Capítulo 4.

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Liz.

Toda la facultad se prepara para las exposiciones finales del semestre ultimando detalles en sus diapositivas y maquetas a pequeñas escala.

Yo también me cercioro que todo esté en orden lidiando con la pesadez de mis ojos por haberme acostado en la madrugada y terminar mi proyecto que era una casa en la playa moderna de dos plantas.

Hubiera terminado mucho antes pero mi concentración se fue en picada por que no me pude sacar de la cabeza a Oliver Moore, sentir su palma sobre mi mejilla, el calor de su aliento mentolado mezclado con su perfume leñoso me ocasionaron extrañas sensaciones en el cuerpo cuando me liberó del bendito cinturón de seguridad ese que en hora buena se vino a atascar.

Un calor que no había sentido con nadie me surgió y tuve que contenerme para no besarlo, porque si, un segundo más y era capaz de juntar nuestros labios pero por suerte no pasó, porque aunque este soltero va a ser mi jefe mientras haga las pasantías además de que no tengo dos dedos al frente de mis ojos para no darme cuenta que solo seré una más de la larga lista que me contó Margareth mientras chismoseamos en la oficina.

El jurado que está conformado por la mayoría de los docentes ingresan al salón y mis ojos se explaya como platos y tambaleo en el pupitre que estoy sentada y en donde reposa mi maqueta cuando veo al mismísimo Oliver Moore entrando por la puerta principal muy sonriente.

Todas mis compañeras se quedan embabadas cuando pasa con su postura de súper modelo como si estuvieran en una sesión de fotos en vez de una presentación arquitectónica universitaria, luciendo un traje azul ajustado y lentes oscuros que se saca con coquetería. Pasa y revisa a breve rasgos las maquetas hasta que llega la mía.

—Buenos días querida Elfa, espero que tengas todo listo para hacernos sentir orgullosos a OM planning and Design —me habla obligándome a levantarme mientras mis compañeras se quedan boca abiertas y se emocionan más como si me hubieran dado un premio o algo así.

—Seguro a.mo —le respondo con sarcasmo —¿Qué hace aquí?.

—¿No te lo dije? —se entretiene observando mi maqueta —Tu amable decano me invitó para ser un distinguido miembro del jurado para elegir a los mejores proyectos del semestre, no me pude negar.

Genial, ya me puedo ir olvidando de ganar y obtener la más alta calificación porque seguramente mi trabajo le parecerá 'insuficiente'.

—Bien señores, las presentaciones se harán por grado y por orden de lista —informa uno de los docentes —empecemos.

Comienzan a llamar a los del primer año, uno a uno eventualmente empiezan a exponer sus proyectos, un par de horas transcurren y no le puedo quitar los ojos encima a mi 'amo' quien ya se nota un poco cansado, mas bien aburrido y es muy poco lo acota a mis compañeros por lo que puedo oír. Por fin llegan a mi curso y él no borra una estúpida sonrisa cuando me llaman como si disfrutara de mi nerviosismo.

Con maqueta y todo paso al frente, proyecto mi presentación de diapositivas y explico todo sobre mi diseño, desde las medidas del área y divisiones hasta los materiales del que estaría hecha. Todos los jueces aplauden excepto él y me pone los nervios de punta.

Continúan así con los demás proyectos y solo se toman un descanso para almorzar, prosiguen con los últimos cursos en los que se demoran más porque son edificaciones más complejas. Terminan con la exposiciones y el jurado se va a otro salón a deliberar, tardan como una hora más mientras la chismosas de mis compañeras no paran de preguntarme como es trabajar con el gran ceo de OM planning and Design.

—No es la gran cosa, la verdad —digo con desgana omitiendo el hecho de que encierra a sus 'amigas' en su oficina.

—¿Como que no es la gran cosa? —se ofende Estela, mi roomie —Si apenas se gradúaba ya estaba realizando su primer proyecto y al año recibió su primer premio ¡Es muy talentoso!

—Eso dicen, pero de nada le sirve si es un patán —refuto y ella junto a las demás se quedan calladas de golpe.

—Señorita Evans, ¿no le han dicho que es de muy mala educación hablar mal de otras personas que no están presentes? —La voz de Oliver me congela en mi puesto.

Me giro lentamente y lo que me encuentro es una burlesca sonrisa de su parte.

Me va a despedir, genial, ni un día duré en la bendita empresa.

—Relájate, que tengo memoria de pez así que voy a olvidar lo que dijiste para invitarte a celebrar.

Respiro hondo reponiendome entre las risitas de mis compañeras.

—¿Y que tendríamos que celebrar? —Inquiero intentando sonar tranquila.

—Ya lo verás —me responde con la misma estúpida sonrisa.

Los otros miembros organizan los certificados y se disponen a dar los lugares, le dan el tercer lugar a un proyecto paisajista de segundo año.

—Y el segundo lugar es para el 5to semestre de la mano del proyecto de la alumna Liz Evans!

Anuncia el decano de la facultad y recibo unos aplausos emocionada, Estela me empuja para que vaya por el certificado que sin duda me servirá en mi currículum.

—Bien hecho, señorita Evans —me felicita Oliver cuando vuelvo a mi lugar —pero no me ha dado una respuesta a mi invitación...

—Gracias, señor —respondo con sarcasmo —pero seguro usted debe tener mejores planes con Fanny o alguna otra amiga suya.

Se me ríe y no lo aguanto por lo que solo me limito a ordenar mis cosas mientras le dal el primer lugar a un proyecto hotelero de alguien del último año.

—Pues para tu suerte, he liberado mi agenda solo por y para ti.

—¿Y esta es la parte donde tengo que emocionarme?

Y la verdad es que mi corazón empezó a tamborilear como loco.

—No seas amargada y acepta la amable invitación del caballero —me insta mi roomie y la miro mal —yo recojo todo, ustedes váyanse.

—Muchas gracias, simpática señorita —responde el tomándome de los hombros y arrastrandome haciendo que las suelas de mis tenis patinen —prometo cuidarla.

—Pero... —siguen arrastrandome como si fuera una muñeca hasta llegar a su carro, me abre la puerta del copiloto y me trepo sin saber a donde me llevan. 

Entre planosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora