Olíver
La rubia que sigo después de liberarme de la prensa se encierra en la primera puerta que encuentra, lanzando un portazo.
Ingreso y ella arrasa con todo lo del escritorio. Papeles, una computadora y una lámpara terminan en el piso hasta que queda parada frente a mi emanando rabia.
—Fanny, cálmate por favor —le pido y a cambio solo recibí una bofetada.
De acuerdo, me lo merezco.
—¡No me vuelvas a pedir que me calme! —gruñe —¿Porque? ¿Porque negaste lo nuestro?.
—¡Porque no existe un lo nuestro! —refuto.
—Habíamos quedado en algo —patalea y se viene contra mi dando débiles golpes a mi pecho.
—Si, en un chantaje —alego —y a seguir así prefiero perderlo todo.
Le aclaro y me mira perpleja.
—¿Enserio prefieres perder tu empresa a estar conmigo? —inquiere dolida.
—Escuchame, esto no iba a funcionar —tomo sus manos —por favor, recapacita que tu mereces a alguien que te corresponda de la misma manera.
Niega exasperada.
—¡Yo te quiero a ti! —solloza.
—Lo lamento tanto, yo no te quería lastimar así pero te aferraste a estar conmigo.
—¡Porque te amo, maldito idiota!
—Siento no poder decir lo mismo…
—Me dijiste que lo intentarías… —insiste.
—Te pedí tiempo y mientras más pasa, más me doy cuenta que esto es un error.
Vuelve a negar más desesperada.
—¿Es por ella, verdad? —pregunta —No soy estúpida, se que estuviste en su cuarto y te demoraste en salir, me lo dijo la recepcionista.
—Se a quien te refieres y no, ella no tiene nada que ver —la replico —¿esta es tu idea del amor? ¿Forzar a alguien a estar a tu lado quitándole su empresa que tanto le costó levantar?.
—No —se aparta con coraje —mi idea es hacer cualquier cualquier cosa con tal de que retener a esa persona, incluso si es arrebatarle sus sueños…
—Fanny…
—¿No quieres estar conmigo? ¡Perfecto! —cuestiona —atente a las consecuencias, el lunes te quiero a ti con esa mojigata fuera de mi empresa.
Enfatiza las últimas palabras.
—Yo por supuesto que me voy, pero a ella dejala terminar sus pasantías…
Suelta una risita.
—¡Olvidalo, jodanse los dos! —gruñe y termina saliendo con prisa de allí dejándome con la palabra en la boca.
La vuelvo a seguir hacia afuera, le agarra una de las copas de champaña a uno de los meseros qué atendían y freno en seco cuando se la tira a Liz qué se encontraba departiendo con algunos de los invitados.
—¡¿Pero qué te pasa, loca?! —le grita sacudiendo el líquido que le salpicó.
—¡Estás despedida, zorra!
—Con tal de no verte la cara otra vez, me alegra estarlo —le responde Evans yendo a no se donde.
También la sigo, y juro que nunca había seguido tanto a unas mujeres. Se para en uno de los baños.
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Entre planos
ChickLitEn un spin off de Luz de amor, Liz Evans se convierte en la nueva pasante de OM planning and Design donde conocerá a su particular ceo, Oliver Moore, un carismático arquitecto a quien tendrá que asistír sin imaginarse que el amor puede surgir entre...