Entre planos

Capítulo 21.

Liz.

Oliver me tiene arrinconada en en el borde de su escritorio mientras me rio como idiota. 

—Estás hermosa —susurra llevando sus labios a mi oído.

—Gracias —me engancho a su cuello —Tú no te ves nada mal. 

Le respondí en el mismo tono, pero la irrupción de Fanny a la oficina nos hace separar de golpe. 

—Fanny, se toca antes de entrar —se queja mi jefe. 

—Ay, disculpa —se lleva su mano al pecho con ironía —¿interrumpí algo? 

Nos fulmina con la mirada como si nos quisiera desaparecer. 

Niego con la cabeza recogiendo unos planos de la silla que dejé allí cuando entré esta mañana y fui atacada por dos manos suaves. 

—Enseguida te los reviso, Liz —se los entrego a Olí —gracias. 

Le asiento y me retiro con la rubia matándome con la mirada. 

—Es increíble lo bajo que han caído tus gustos… —la oigo reprochar atrás de la puerta. 

—No empieces, porfavor. 

—Solo te pido que respetes esta empresa —le sigue reclamando. 

—Cuando lo hacía contigo, eso no te importaba mucho… 

Solo de imaginarmelos en la misma situación hace que el estómago se me retuerza. 

—Buenos días —la entrada a la empresa de un hombre alto y con los mismos rasgos faciales de Oliver me hace apartar de la puerta de la oficina  —Maguie querida, que bueno verte. 

Saluda a mi compañera quien le da los buenos días  y luego su mirada se dirige a mi —y tú debes ser la nueva asistente de mi hermano… 

Le asiento estiradole mi mano. 

—Mucho gusto, Liz Evans. 

—El gusto mío, soy Ethan Moore —se presenta —espero que mi hermano no te de tantas molestias. 

Me apreta la mano y mira a Margareth con suspicacia. 

—No me digas que ella es, ella —enfatiza el termino y Maggui le asiente con una sonrisita que me hace sonrojar. 

—¿Tienes idea del poder que estas teniendo sobre mi hermano? —cuestiona y solo muevo mi cabeza con el corazón algo acelerado. 

—Él… —intenta decir, pero corta su discurso y entiendo el porqué cuando siento a Oliver detrás mío. 

—No me digas que la estás espantando. 

—No, claro que no —se ríe su hermano  —la estaba conociendo. 

—¿No es encantadora? —Olí acaricia mi mentón. 

—Bien, vamos galán —Ethan entre risas lo toma de los hombros y se lo lleva al piso de arriba. 

—Que suerte tienen algunas —comenta Margareth mientras los hermanos Moore se pierden por las escaleras y me hace sonrojar más. 

—Oye, mejor terminemos de trabajar —me le río nerviosa. 

Sabe que pasó algo con Oliver y me avergüenza porque aseveré que jamás caería en sus encantos. 

La mañana se nos van en redactar e imprimir papeles para las construcciones, contratos, cotizaciones y más… 

—Evans, necesito un café —demanda la voz chillona de Fanny por el intercomunicador. 

¿Pero que se ha creído esta?.