Capítulo 37.

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Oliver

Ver a Liz dormida en mi pecho después de llegar de casa de sus padres es reconfortante. Acaricio su espalda desnuda mientras medito que quisiera tenerla así todas las noches, que sea mi compañía en las mañanas mientras me quejo porque se demora mucho arreglándose.

Solo ella puede hacerme sopesar esto a mi, quien no se comprometía con ninguna mujer, solo con su trabajo.  

Sonrío ante la idea, pero es muy pronto. Quiero que antes termine su carrera, conozca bien el mundo de la arquitectura y crezca profesionalmente, tiene mucho potencial. 

—¿En que piensas, amor? —me pregunta aún con los ojos cerrados y una media sonrisa. 

—En ti… —admito —y en que espero que descanses porque a partir de mañana tienes mucho trabajo. 

—¿Enserio? —inquiere. 

—Si, mi adorada Elfa —le respondo acariciando su cabello —ya lo entenderás…

Dejo un beso en su coronilla y se acurruca en mis brazos que la rodean prometiendome que nadie más la va lastimar. 

Al día siguiente la pillo oliendo algo emocionada el frasco del amortentia qué le regalé y que lleva en su bolsa.

—¿Nos vamos?—aclaro mi garganta apoyado en el umbral. 

—Si, ya estoy lista —se pone su perfume que mis fosas nasales inhalan con gusto. 

Luce una blusa blanca y una falda tubo negra con tacones negros, maquillaje ligero y cartera negra que se cuelga en su antebrazo. 

Le ayudo poniéndose su gabardina negra también y salimos de mi departamento. 

—¡Liz! —nos recibe contenta Margareth —¡Qué alegría verte! —la abraza. 

—Gracias, Maggie —le responde devolviéndole el abrazo. 

—Eh, la señorita Fanny los esta esperando en la oficina —nos avisa y Liz frunce el cejo. 

Espero que no lo tome a mal, porque al final de cuenta Fanny metió al infeliz ese a trabajar aquí. 

Solo siente y la guío de la cintura a la oficina donde en efecto nos espera la rubia. 

—Buenos días —nos saluda levantándose del escritorio. 

—Buenos días —les contestamos por educación. 

—Evans, lamento mucho lo que pasó —se disculpa —yo busqué al animal de Blake para que te separara de Oliver… 

Admite haciendo que mi novia se tense y luego le niegue indignada. 

—¡Casi me mata! —le reprocha. 

—Lo sé, pero te juro que yo no esperaba que él hiciera eso —le asegura —El plan era que volviera contigo y así tener el camino libre con Oliver, no que te mandara al hospital. 

—Pues tu plansito me salió muy caro —le sigue recriminando. 

—Insisto en que lo se, por eso te digo que a partir de ahora no tendrás volver a saber de mí ni de él —Liz la mira dudosa —hemos hablado con Oliver y llegamos a un acuerdo en el que te cedo mis acciones. 

—¿Qué? —exclama incrédula. 

—Si, solo bastaría una firma para te conviertas en la nueva socia de OM planning and designing —le reafirma. 

Ella me mira a mi buscando una explicación, pero solo le sonrío.

—¿Y bien, aceptas? —le consulta Fanny y mi Elfa solo mira al techo y luego al piso, supongo procesando la propuesta.

Entre planosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora