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- estos críos me volverán loco - se quejaba un español revisando el correo que le había llegado en la mañana, Virreinato de el Perú lo miraba, este era uno de sus hijos con los que había pasado más tiempo, Perú ya tenía 10 años.

España tiró a la basura todas las cartas con amenazas de sus otros hijos

- estos creen que podrán independizarse de mi, ni lo sueñen - dijo mirando por la ventana, su actual esposa había llegado a casa y le dio un beso en la mejilla, ella vio los papeles en la basura
- ¿que es todo eso?
- nada cariño, solo cartas - respondió el español, Inca fue donde su hijo y le dió un caramelo, este lo recibió con una sonrisa y un leve "gracias"

- deberías dejar de malcriarlo así - dijo el español con dureza
- solo es un caramelo - dijo la mujer algo molesta por eso
- lo tratas como si fuera un bebé
- cariño, ve a tu habitación - dijo Inca a su hijo, este obedeció
- así no servirá para las guerras - siguió hablando el español, la mujer se estaba enojando con él
- España, estás buscando que nos divorciemos, no pienses que no soy capaz de romper esta relación - dijo la mujer ya harta de el mismo escenario, España al sentirse amenazado se dió media vuelta
- pues así sería mejor - respondió el español, no pasó mucho rato para que recibiera una cachetada, su sangre comenzó a hervir al sentir el fuerte golpe en su rostro e inconscientemente golpeó a la mujer tirandola al suelo, esta miró asustada a los ojos de él

- mi amor - dijo totalmente arrepentido el español al verla tirada
- es todo, nos divorciamos - dijo la mujer levantándose, de sus ojos corrían algunas lágrimas, producto de el dolor de el golpe
- ¡sabes lo que te pasará si te separas de mi, vas a morir! - gritó el español para obligarla a quedarse a su lado
- prefiero morir que estar con alguien como tú- dijo la mujer, el español furioso se marchó de casa sin llevar nada con él, solo la ropa que tenía puesta, Perú salió de su habitación y fue con su madre

- mamá ¿por qué se va?
- me separé de él, es un desgraciado y poco hombre... cariño, prométeme que tú jamás serás así - dijo la mujer acariciando la mejilla de su hijo, este asintió y abrazó a su madre
- ¿no vas a morir verdad?¿lo que dijo papá es verdad? No quiero que te mueras mamá, no quiero - dijo el peruano comenzando a llorar, ella lo abrazó y acarició su pelo
- tú ya sabías que esto podría pasar, siempre te lo advertí... quiero que sepas cariño, que si no estoy físicamente contigo, siempre estaré aquí- dijo su madre apuntando a su corazón, las palabras de la mujer hicieron que Perú llorara más, finalmente la mujer lo llevó al sofá, Perú puso su cabeza en el regazo de su madre mientras ella le cantaba algo para calmarlo, Perú finalmente dejó de llorar y abrazó a su madre, deseando internamente, que ese abrazo durara para siempre.

Un mexicano se encontraba jugando en aquel parque en donde conoció a Chile, solo que esta vez, estaba sin él.

Se sentó en unos de los columpios y comenzó a mecerse lentamente sin despegar los pies de el suelo, realmente extrañaba a el chileno y no tenía ninguna forma de comunicarse con él ahora que se había ido.

En otro lugar un chileno seguía castigado y un alemán seguía sin su celular, de todos modos eso no le importaba mucho, pues su celular solo servía para enviar mensajes y recibir o dar llamadas, pero el chileno quería estar fuera de su habitación, sentía esa necesidad de estar libre.

Salió de su habitación para hablar con el imperio que disfrutaba su día libre fumando y mirando por la ventana

- papá...
- ¿qué haces aquí? Estás...
- ya sé que estoy castigado, pero me aburre estar encerrado - dijo el chileno, el imperio volteó a mirar a el pequeño, este también lo miró
- si estás tan aburrido, por que no ordenas tu habitación o lavas los platos que quedaron sucios - dijo el imperio con una sonrisa, el chileno se enojó al escuchar eso
- ¿y por qué no lo hace mi hermano? Después de todo fue él quien me dijo que te pusiera a prueba - dijo el chileno, el imperio apagó su cigarrillo y se sentó, ordenando a el chileno con la mirada que hiciera lo mismo
- ¿ponerme a prueba?
- ¡si!... papá, no es normal que me des más atención a mi que soy adoptado que a mi hermano
- ¿quién dijo que eres adoptado? - le preguntó algo alarmado
- papá es obvio, además tenía 5 años cuando vine aquí contigo, lo recuerdo todo... ¿por qué dejas de lado a mi hermano?
- no me di cuenta... solo prefiero cuidarte a ti, porque eres menor y además tu hermano ya tiene 17 años, puede cuidarse solo
- si, está bien, puede cuidarse solo, pero le hace falta cariño - dijo el chileno, Reich lo miró fijamente
- es que te prefiero a ti - dijo el imperio, Chile se enojó más
- eres un padre de mierda, cuidas a alguien que ni es tu hijo y dejas a tu verdadero hijo de lado - dijo el chileno, recibió una fuerte cachetada por parte de el imperio, este se veía realmente furioso con Chile
- ¡no voy a soportar que me hables de esa manera Chile! - dijo Reich, a Chile se le llenaron sus ojos de lágrimas por el dolor, se levantó de el sofá y caminó hasta su habitación, al llegar a la puerta se dió media vuelta y enfurecido le gritó a el imperio

- ¡te odio, ojalá te mueras!

Aquellas palabras... Reich llevaba escuchando esa frase toda su vida, pero cuando Chile se lo gritó, fue como si una lanza partiera su corazón, se quedó parado viendo como su hijo cerraba la puerta enfurecido, unos segundos habían pasado cuando escuchó algo bajo su oreja, un crujido como de galleta que le heló la sangre

Una grieta

¿por qué yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora