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Este capítulo contiene escenas sexuales poco explícitas, el capítulo está calificado con un +12

Algún tiempo después

Después de algún tiempo de estar juntos México le había pedido si podían acostarse por primera vez, osea tener su primera vez.

Chile estaba preocupado, después de lo que había pasado con Argentina vivió con el miedo de que hacer eso fuera igual de doloroso, pero su amor a México lo hizo aceptar.

Esa noche ambos se prepararon en la casa de Chile, Alemania había ido a una fiesta dejando la casa sola, México vió algo nervioso a el chileno, por lo cual prefirió comenzar con pequeños besos y suaves caricias, Chile no sabía cómo reaccionar, era muy distinto a como había comenzado Argentina.

Lo que hacía México lo hacía sentir bien, pronto entró en confianza y comenzó a besar a su pareja en los labios, un rato después el mexicano comenzó a quitarle lentamente la ropa, Chile al verse semidesnudo hizo lo mismo con México, se sonrojaba cada vez más cuando le sacaba alguna prenda, ambos se miraron, se sentían un poco avergonzados, pero la confianza que tenían como pareja los hacía olvidarse de aquello.

Siguieron besándose mientras ambos se deshacían de la única prenda de ropa que vestían, Chile fue el primero en actuar, con tímidos toques comenzó a complacer a su pareja quién en poco tiempo comenzó a emitir pequeños y vergonzosos gemidos de clara satisfacción, el libido de ambos estaba al máximo, comenzaron a complacerse mutuamente cada vez más rápido, Chile poco soportaba la excitación que le causaban las manos de México y sin más dejó que aquel espeso líquido blanco cayera sobre las manos de su pareja quién sonreía al haber logrado aquello, Chile se sonrojó aún más de vergüenza y tapándose la cara comenzó a reír con un notable nerviosismo

- eso fue rápido - rió el mexicano acercando su boca nuevamente a la de Chile en busca de un beso
- lo sé, lo siento - rió aún más el chileno para luego besar a su pareja mientras lo seguía complaciendo con los mismos tímidos y suaves toques.

Los gemidos de el chileno resonaban en toda la habitación y también dentro de la boca de México cuando lo besaba, los dedos de el mexicano jugaban dentro de aquel apretado agujero, el chileno se retorcía de placer, se aferraba a los hombros de su pareja mientras gemía complacido cerca de el oído de este.

Chile estaba cansado, pero estaba decidido a seguir adelante, México miró a el chileno quién estaba sentado en la cama, sudor corría por su tersa piel de color rojo, México se sentía más excitado al verlo tan cansado, lo empujó sobre la cama y colocándose sobre él besó su cuello, Chile se aferraba de las sábanas mientras gemía, el mexicano había encontrado su punto débil y se estaba aprovechando de este

- ¿Estás listo?

Fue lo que preguntó el mexicano con una sonrisa, el chileno recuperaba el aire y asintió cómo única respuesta, México se posicionó frente a él, algo nervioso tomó el lubricante previamente comprado para esto y poniendo un poco en la punta de sus dedos lo pasó cerca y dentro de aquel lugar, luego de hacer esto se preparó para, por primera vez, penetrar a su pareja.

Se posicionó sobre el chileno, este sentía la punta que amenazaba con entrar de un momento a otro, otra vez volvieron a su mente los recuerdos de aquel abuso por parte de su ex pareja, comenzó a temblar sin poder controlarlo, el mexicano tomó estos temblores de su pareja como nerviosismo, así que llevó una de sus manos a la cabeza de Chile mientras le hacía cariño

- ¿Mi amor, estás bien? Si te sientes muy nervioso podemos hacerlo otro día, no quiero forzarte - dijo el Mexicano visiblemente preocupado
- no mi amor, estoy bien - sonrió el chileno tranquilizando a su pareja al instante, el mexicano vió que todo estaba bien nuevamente, con la mirada le indicó que iba a penetrarlo, Chile cerró los ojos esperando un gran dolor, pero se sorprendió al solo sentir un poco de dolor y luego mucho placer, México no sabía describir cómo se sentía, casi era como estarse derritiendo, fue algo muy placentero penetrar a el chileno, ambos tenían la misma cara de satisfacción, el mexicano comenzó a moverse lentamente, no quería perderse ninguna sensación, a Chile esto le gustaba mucho, pero fue mejor cuando el mexicano comenzó a penetrarlo rápidamente, el alemán ya había llegado de su fiesta, Chile tuvo que tapar su boca para que los gemidos no fueran tan fuertes y no llamaran la atención de su hermano.

El mexicano no podía aguantar más, sacó su miembro de el interior de Chile quien estaba muy cansado, el mexicano procuró correrse fuera, Chile se había quedado sin fuerzas, México se recostó a su lado y lo abrazó, ambos cuerpos desnudos se juntaron

- nunca me había sentido así - dijo el chileno dándose media vuelta en la cama y abrazando a México quién volvió a abrazarlo
- se sintió genial mi amor... Te amo Chile, gracias por tener la confianza en mi para hacer esto
- yo te amo más - dijo el chileno para luego bostezar, en poco tiempo se quedó dormido, el mexicano iba a preguntarle algo cuando notó que su pareja ya estaba en un sueño profundo, besó su frente y cerró los ojos para dormir, realmente estaba cansado después de haber disfrutado tanto.

¿por qué yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora