¿por qué yo?

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El chileno no sabía cómo reaccionar, México estaba muy nervioso esperando alguna respuesta

- ¿Dónde tengo que ponerlo? - preguntó emocionado el chileno 
- en el de casamiento mi amor... ¿Entonces que dices?- dijo el mexicano con una sonrisa, Chile solo podía asentir emocionado
- si quiero - ambos se abrazaron con fuerza y luego se besaron
- ¿Te gusta? - preguntó México después de ponerle el anillo
- está precioso mi amor

Ambos se miraron con mutuo cariño y luego se recostaron sobre la manta para mirar las estrellas.

El chileno había acomodado su cabeza sobre el pecho de su pareja, se estaba quedando dormido

- Chile, despierta - habló México acariciando la espalda de Chile
- estoy despierto - habló Chile mientras se quejaba, México rió
- vamos a casa, no podemos dormir aquí en medio de la nada - el chileno se incorporó y luego bostezó mientras estiraba los brazos, México aprovechó esto para abrazarlo, ambos se quedaron así por un buen rato, cuando dejaron de abrazarse tomaron sus cosas y caminaron hasta casa.

2 meses después

Mientras México estaba en la cama, Chile salió a sentarse en las escaleras de la entrada mientras se fumaba un cigarro

- con que aquí vives - Chile volteó asustado al lugar de dónde provenía esa familiar voz
- ¿España? Oye estúpido te dije que si volvías a aparecer te iba a denunciar, me tienes aburrido - amenazó el chileno
- ¿Vas a denunciar a tu propio padre? No hay peor traición que la de tu propia familia
- tu no eres parte de mi familia viejo loco, vete ahora o si no...
- Chile, juro que cambié, seré un buen padre, lo prometo - dijo el español, realmente se veía arrepentido, pero a los ojos de Chile solo era un rata
- escúchame, no quiero verte otra vez cerca de mi, en 2 días va a ser mi boda y no te quiero cerca 
- ¿Vas a casarte? - el español estaba algo impresionado, realmente todos sus hijos habían logrado una mejor vida sin él como padre
- si, me casaré con México
- ¡¿Con México?!... Pero ustedes no pueden casarse, ustedes...
- ¡Ya cállate y vete si no quieres que llame a la policía! - gritó el chileno, el español optó por irse antes de una posible denuncia, el chileno tiró el resto del cigarro al suelo y luego de pisarlo entró a casa para ir a la cama.

Al siguiente día Chile despertó con mejor humor, preparó el desayuno para ambos y después salió de casa para ir a ver a su madre, caminó un largo trecho hasta ese lugar, pero al llegar escuchó a su madre y a España conversar

...

- me dijo que se iba a casar con México
- no le veo lo malo España
- ¡México es su hermano!

...

Chile se quedó pálido al escuchar al español, corrió de el lugar, no quería escuchar más, no podía creer que aquel a quien le había dado tantos besos y dedicado todas sus noches, era su hermano.

Al llegar a casa México lo vió muy alterado, intento acercarse, pero Chile se sintió demasiado incómodo y se encerró en la habitación

- Chile ¿Qué te pasa? - preguntó México luego de tocar la puerta
- déjame solo - dijo el chileno apoyando su espalda en la puerta, estaba llorando mucho, no quería que México lo viera así, no sabía cómo decirle lo que había escuchado

- todo tiene sentido ahora... - susurró el chileno recordando que cuando era niño vió a México correr hacia el español, Chile se sentó en la cama mientras sentía como su corazón dolía, mañana sería su boda, todos los preparativos estaban listos, no sabía que hacer.

Al día siguiente el mexicano estaba muy emocionado, Chile aún no había podido digerir aquella noticia, México lo notó muy incómodo

- Chile, no soporto verte así, ya dime por favor que es lo que te pasa - preguntó preocupado el mexicano, Chile no lo soportó más y comenzó a llorar, el mexicano lo abrazó enseguida
- México, no podemos casarnos - dijo el chileno quitándose el anillo y dándoselo a México, luego se separó de su abrazo y se alejó un poco
- ¿A qué te refieres? 
- ¡México somos hermanos! - gritó con dolor el chileno, no podía seguir ocultando lo que había escuchado, México sintió todo su mundo caer al escuchar las palabras de Chile
- no...¡No es cierto, no puede ser verdad, dime qué no es verdad! - gritó el mexicano, Chile siguió llorando sin responder nada

- ¿Quién dijo que somos hermanos? Ni si quiera nos parecemos - dijo el mexicano aún con la esperanza de que aquello que decía su pareja solo eran rumores
- ayer en la mañana fuí a ver a mi madre, ella estaba hablando con España, él dijo que no podíamos casarnos porque somos hermanos... España es nuestro padre

México no quería creer lo que Chile decía, Chile por fin había parado de llorar, no sé atrevía a mirar a México a los ojos

- no es verdad, tu padre era Reich
- mi padre Reich era mi padre adoptivo, él me adoptó cuando España me dejó a mi suerte en una tienda de ropa y a ti igual te abandonó
- ya cállate, yo te amo - dijo el mexicano, con dolor en su voz
- no puedes amarme, somos hermanos México, entiéndelo - México se sentó en la cama mientras lloraba, aquella noticia fue muy dura, antes de reaccionar el chileno había salido de la casa, ambos lloraban con dolor, todo ese amor que por años habían formado se destruyó en cosa de segundos.

Chile estaba sentado en una banca de el parque, México lloraba tirado en aquella cama en dónde había compartido muchas noches junto a Chile, con mucho dolor y sin saberlo ambos se hicieron la misma pregunta

¿Por qué yo?

Fin

He aquí, mi frase favorita:

“Porque no todos los finales son felices”

Gracias por leer.