¿por qué yo?

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Esa misma tarde, unos minutos antes de la hora acordada con su cita desconocida, él chileno abría la puerta de su casa solo para encontrarse con el argentino quién estaba a punto de tocar la misma

- ¿A dónde vas? - preguntó Argentina viendo la vestimenta de Chile con desprecio y pasando a la casa sin ser invitado por nadie
- voy a salir - respondió de inmediato, dando claramente a entender que necesitaba que Argentina saliera de la casa, Chile hizo sonar las llaves en su mano para dar a entender mejor lo que quería hacer
- ¿Vas a salir así? Parecés prostituto de baja clase ¿Se puede saber con quién querés salir? - preguntó él argentino, él chileno no entendía a qué se refería, si solo se había puesto unos jeans azules y un buzo con capucha de color negro, Argentina seguía esperando una respuesta de Chile
- no parezco prostituto - fue lo único que respondió él chileno bajando la mirada algo avergonzado
- no vas a ir - él argentino lo tomó por los hombros y lo obligó a sentarse en el sofá, Chile soltó las llaves debido a la brusquedad de su novio
- tengo un compromiso - dijo casi rogando el chileno para que lo dejara libre y tranquilo, Argentina simplemente se quedó callado.

Chile estaba tirado en su cama, con él argentino aplastando sus manos y sus piernas, inmovilizandolo por completo mientras lo besaba a la fuerza, Chile tenía miedo de lo que Argentina pudiera hacer, pero no tenía otra opción que aguantar, su fuerza no era suficiente para quitárselo de encima y si así fuera su velocidad no le alcanzaba para sacar el seguro de la puerta de la habitación y llegar hasta la puerta principal para escapar de él.

Argentina no estuvo conforme con solo besar y toquetear por sobre la ropa, si no que con brusquedad quitó el pantalón a Chile y así también la ropa interior, dejando así al chileno con las piernas adoloridas, Chile se sintió rápidamente abusado por su pareja, lloró mientras Argentina metía sus dedos con saliva en el vírgen lugar, el cual Chile recordaba, habían prometido romper su sello solo cuando estuvieran casados, pero estaba claro que a Argentina esto no le importó y tan brusco como siempre siguió violando la estrechez de él chileno.

Los gritos de dolor de él chileno solo eran ahogados por la almohada húmeda de lágrimas y saliva, el alemán que estaba en el trabajo no se imaginaba la tortura que estaba pasando su hermano menor en su propia casa.

El pene sin lubricar de él argentino hacía que la penetración fuera dolorosa, aún más para el chileno, este solo quería que todo terminara, nunca creyó capaz a Argentina de hacerle algo así

- ¡Deja de llorar, tú te buscaste esto por vestirte como un prostituto! - gritó Argentina golpeándolo con fuerza en el rostro, siguió penetrandolo hasta que  aquel estrecho lugar comenzó a sangrar, solo en ese momento él argentino se corrió dejando un asqueroso espectáculo de rojo y blanco en aquel lugar, Chile bajó sus adoloridas piernas y se tapó el rostro mientras lloraba de dolor y traición, Argentina comenzó a golpearlo otra vez, de los labios y la nariz de Chile corría abundante sangre, la cual se salpicaba a todos lados cuando un nuevo golpe tocaba su rostro adolorido.

Unos minutos después el alemán llegó a casa, escuchó unos quejidos en la habitación de Chile y entró sin dudarlo para ver qué sucedía, su corazón se oprimió al ver a su hermano intentando levantarse de el suelo, con el rostro salpicado de sangre y completamente desnudo, también observó con dolor que ahí había semen y sangre, se acercó rápidamente y lo ayudó a levantarse, Chile rompió en lágrimas al verlo, entre sollozos y palabras casi incomprensibles le explicó que Argentina lo había hecho, Alemania lo ayudó a limpiarse la sangre de una forma muy delicada, luego lo vistió y lo dejó sobre su cama, tras darle un beso en la frente salió furioso de casa para saldar deudas con Argentina.

Alemania se lo encontró en un parque muy tranquilo riendo con otros que parecían de su misma edad, se acercó preguntando amablemente si podría hablar con Argentina, el grupo de amigos se retiró y los dejó solos, ninguno había dicho palabra cuando el Alemán le plantó su puño en la cara, Argentina tardó un momento en reaccionar, al ver la sangre corriendo de sus narices quiso vengarse también, sin contar que al levantar la cabeza recibiria no uno, si no dos golpes por parte de Alemania otra vez en la cara, Argentina no se rindió fácilmente, recibió muchos golpes e insultos, mientras que él solo había logrado dar unos 4 golpes y el único sonido que emitía eran quejidos de dolor

- nunca... ¿Me oyes? Nunca te metas de nuevo con mi hermano, te dejaré ir esta vez, pero si esto vuelve a ocurrir no volverás a ver la luz del día - Alemania plantó su pie en la entrepierna de él argentino cómo despedida, se fue tan tranquilamente como llegó mientras que él argentino a sus espaldas lo insultaba y gritaba de dolor.

En otra parte el mexicano se iba rendido  hasta su casa, ya había pasado mucho rato desde la hora acordada con su cita con el camarero, pero este no había llegado, desilusionado se levantó de la banca de madera y caminó hasta su hogar, contuvo las lágrimas y maldijo haber creído en el camarero, sin siquiera imaginar por lo que este había pasado hace no mucho tiempo.