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- No... No llegó - respondió el mexicano a la pregunta que le había hecho Perú, este se acercó a él y le palmó el hombro en un gesto de sentido pésame.

Ambos universitarios compartían una habitación, a la cual más gustaban llamarle casa, esta casa contaba con una cocina, un comedor y una habitación con dos camas, la cama a un lado de la ventana era de México, la cama a un lado de la pared era de Perú.

El alemán ya había llegado a casa, aún se sentía algo furioso y sobre todo triste por lo que le había pasado a Chile, al entrar a casa se dirigió a la habitación, pero no quiso molestarlo y antes de abrir la puerta se retiró solamente dando el aviso de que había llegado.

Chile seguía recostado en su cama, aún adolorido y con miedo, había tomado su celular y le había enviado unos mensajes al mexicano en dónde le pedía perdón por no asistir a la cita, pues había tenido un problema, no quiso especificar que había pasado, menos fue necesario pues México supo entender y le dijo que no importaba luego de perdonarlo por faltar a la cita.

Un tiempo después

Luego de algunas semanas sin querer salir de casa, Chile volvió a la universidad y ya luego a su trabajo, se alivió mucho al no ver a Argentina y se sintió más relajado cuando escuchó una conversación de que Argentina se había retirado de la universidad.

Él único que se alegró por su regreso fue el peruano, quien comenzó a hablarle y a preguntarle cómo estaba, Chile sonrió al instante cuando le hablo y le contó de forma discreta lo que había pasado, le contó que su hermano había comenzado a llevarlo a psicólogos e incluso pidió permiso en el trabajo para estar con él, Perú se conmovió al escucharlo y le dió un fuerte abrazo antes de retirarse a su puesto junto a él mexicano, quien miraba con cierta curiosidad a Chile.

Esa tarde un profesor se había ausentado, por lo cual tendrían dos horas libres, las cuales él chileno aprovechó para sentarse al aire libre y sentir tanto el viento como el sol en su cuerpo

- hola ¿Te puedo acompañar? - Chile abrió los ojos al escuchar que le hablaban, asintió y aquel que le habló se sentó a su lado
- ¿Te ayudo en algo? - preguntó Chile con cierta curiosidad, este chico se le hacía conocido, lo había visto en alguna parte pero no recordaba en dónde
- solo quería hablar contigo y ver si podemos ser amigos
- ¿Por qué?¿Seguro?
- ¿Si? Bueno, te me hiciste muy agradable y solo quería hablar, soy México por cierto, estudio enfermería contigo pero no te había hablado
- soy Chile, es un gusto - sonrió el chileno dándole su mano la cual el mexicano estrechó con delicadeza mientras sonreía de manera permanente.

Ambos se quedaron conversando durante una hora entera, la química entre ellos hizo que la conversación no se cortara nunca, se reían ruidosamente, este chico provocaba largos ataques de risa a el chileno, por un momento ambos se quedaron mirando en silencio, algo en ambos había hecho un "click" y recordaron su pasado, se recordaron el uno al otro, Chile fue el primero en llorar y abrazarlo con fuerza

- te juro que no te reconocí, nos separaron muchos años - dijo el chileno mientras México comenzaba a llorar al recordar cuanto lo había extrañado
- es que te ves muy diferente a la última vez que te ví, aunque claro, han pasado muchos años desde esa vez - rió el mexicano mientras recordaba
- eso y además no tenía cola - sonrió el chileno mientras movía su cola nervioso, el mexicano ya lo había notado, pero no quería mencionarlo pues no sabía cómo iniciar una conversación sobre que su cola había vuelto.

Luego de una conversación muy detallada sobre la cola de Chile, ambos fueron a comer al casino de la universidad, Chile había olvidado todos sus problemas mientras hablaba con México, este se sentía contento de hablar nuevamente con el chileno.

Ambos se habían reconocido y hablado de sus viejas aventuras de niños y adolescentes mientras reían, sin embargo Chile aún no sabía que México era el chico de el Bar y México no sabía que Chile era aquel camarero, no encontraron necesario darse sus números, pues se veían todos los días en la universidad, está fue otra razón para que no supieran que ya se habían reencontrado esa noche.

Chile dejaba unos libros en su casillero mientras tarareaba una canción que había escuchado, el mexicano conversaba sin parar de Chile a su amigo peruano, este ya estaba aburrido de escuchar tantas veces el nombre Chile

- y nos volvimos a encontrar, mi amor adolescente volvió Perú, suena ridículo pero no me importa - casi gritó él mexicano con alegría
- puedes dejar de hablar de Chile... ¡¿Por solo 5 minutos?! - gritó el peruano sacudiendo de los hombros a su amigo, este solo se rió
- está bien, es que me emocionó mucho encontrarlo otra vez - respondió él mexicano sin dejar de sonreír, él peruano al ver que seguiría hablando de lo mismo decidió darse media vuelta y dejarlo solo, a México no le importó y siguió recordando sus momentos junto a él chileno, a quien aún no había dejado de amar a pesar de los años.

Chile había llegado a casa con una gran sonrisa en la cara, le contó a Alemania con quién se había reencontrado, Alemania solo sonrió mientras que su hermano emocionado y sonrojado le contaba todo lo que había pasado en este día junto a México.

¿por qué yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora