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El chileno ya había despertado, no se sentía con las ganas suficientes de ir a la escuela y así se lo dijo a el alemán

- puedes quedarte entonces - le dijo el alemán acariciando su cabeza, Chile seguía en la cama, se sentía débil y sin ganas de nada
- ¿vas a algún lado? - preguntó el chileno al ver a su hermano tan bien vestido, este sonrió
- ahora que papá no está, como hermano mayor debo trabajar para ocuparme de los dos - dijo el alemán caminando hacia la puerta
- conseguiste trabajo muy rápido, te voy a extrañar - dijo el chileno sentándose en la cama
- gracias a Ucrania tengo trabajo... cuídate hermanito, dejé el desayuno en la cocina, adiós
- adiós Alecito.

Chile finalmente salió de la cama, se sentía muy bien estar solo en casa, desayunó mientras veía televisión, no sabía que hacer así que solo se quedó en el sofá viendo televisión.

Perú estaba listo para ir a la escuela cuando escuchó un golpe en la habitación de su madre, entró preocupado a ver si todo estaba bien, pero era todo lo contrario.

Inca estaba tirada en el suelo, sus incontables grietas la estaban matando lenta y dolorosamente, Perú comprendió que a su madre no le quedaba más tiempo y tirando sus cosas al suelo se acercó a ella y la ayudó a volver a la cama, ella se mostraba agradecida con su hijo, una terrible grieta en su rostro le hacía imposible abrir la boca, dolía demasiado.

La mujer se estaba apagando lentamente, sabía que no le quedaba tiempo y se esforzó por hablar

- hi...hijo - dijo finalmente, abrir la boca le dolía demasiado
- dime mamá
- te...quiero mu...cho - dijo la mujer con más dolor, el peruano contenía sus lágrimas y maldecía a aquel español en su mente
- yo te quiero más mamá, te voy a extrañar mucho
- yo... igual - esas fueron las últimas palabras de la mujer, Perú se aferró a sus ropas comenzando a derramar sus lagrimas sobre la piel agrietada de su madre, ella ya no respiraba, su expresión era de dolor pero también tranquilidad, el peruano se abrazó a su cuerpo, las horas fueron pasando, ahora la escuela no importaba ni mucho menos ver a su amigo México, ahora solo le importaba su madre.

Cuando el cuerpo de la mujer se puso frío como una noche de invierno, unas preciosas flores fueron ocupando el lugar de las grietas, Perú se apartó de el cuerpo algo asustado por lo que veía, hermosas Cantutas salían de las grietas, lo que antes se veía como un cuarto oscuro y desolado, ahora parecía un maravilloso jardín inundado de verdes y rosados, el peruano salió finalmente de casa para pedir ayuda, él no sabía que hacer con aquel cadáver.

Cuando las 4 de la tarde dieron en el reloj, Chile estaba saliendo de casa, cerró la puerta con llave y escondió esta detrás de una planta, si su hermano llegaba antes que él ya sabría en donde estaba la llave.

Caminó lentamente entre los árboles hasta llegar al parque, el parque estaba vacío, pero sabía que Argentina tendría que pasar por ahí para llegar a casa.

Algunos minutos pasaron, y tal como el chileno sabía, el argentino pasó por ahí pateando algunas piedras

- ¡Argi! - gritó el chileno llamando la atención de este
- ¿Chi?¿qué haces aquí?
- perdón por no ir a la escuela, no me sentía muy bien - explicó Chile temiendo de que su amigo estuviera enojado con él
- no pasa nada ¿estás enfermo?
- no, es por mi papá
- ¿está muy mal?
- él falleció hace unos días- dijo el chileno, Argentina sintió un escalofrío al darse cuenta de sus palabras
- lo siento, no sabía 
- tranquilo ¿y cómo estás?.

Ambos siguieron hablando, Argentina a ratos consolaba a el menor, pues varias veces lo había visto con la mirada perdida o a punto de llorar.

Caminaron al rededor de el parque hablando de cada cosa, se quedaron sentados en unas bancas mirando el cielo, a Chile le encantaba ver las nubes o algún pájaro, a Argentina le encantaba verlo a él.

Mientras estaban sentados, Chile vio a México a lo lejos con otro chico, quiso decirle a Argentina que vayan, pero él le preguntó algo que lo distrajo enseguida de el exterior

- ¿pensaste en lo que te pregunté? - le preguntó el argentino
- ¿qué cosa?
- si quieres ser mi novio - el chileno lo había olvidado por completo con la muerte de su padre, lo pensó por un momento, el tenía una necesidad en su interior de cariño de alguien mayor que no fuera Alemania, necesitaba que alguien le diera ese cariño y finalmente dijo:

- si, si quiero

¿por qué yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora