¿por qué yo?

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El chileno completamente cansado se acercó a la banca para tomar agua, el mexicano fue muy amable de pasarle la botella que estaba a su lado

- ¡No sabía que jugabas tan bien! - dijo el mexicano impresionado por los goles que había metido su amigo
- Gracias - respondió el sonrojado chileno, aunque el mexicano no supo si sus mejillas estaban levemente rojas por calor o por la palabras de él
- vaya, vaya ¿A quien tenemos aquí?¿Quién es tu amigo? - preguntó el entrenador acercándose a ambos, el chileno respondió
- es mi amigo, México, lo encontré en el parque y lo invité a verme jugar
- y juega muy bien - completó el mexicano con una sonrisa, el chileno sonrió al escucharlo
- entrenador Italia ¿Puedo ir a ducharme ahora? - preguntó el chileno a lo que su entrenador asintió, el mexicano sintió un tirón en su mano
- ¿Qué pasa? - preguntó
- ¿Me acompañas? Osea... ¿Puedes llevar mis cosas a las duchas? - preguntó el chileno quitándose el pelo de la cara con la mano derecha
- claro

El mexicano tomó las cosas de el chileno sin mucho esfuerzo y lo acompaño a las duchas, mientras tanto este se metió a uno de los cubículos y cuando se desvistió comenzó a ducharse

- oye Chile
- ¿Si?
- ¿Que pasó con tu cola?
- ¿Si conoces a Argentina?
- no
- bueno no importa, básicamente en un accidente él... Me cortó la cola y ya no la tengo, osea no soy lagartija - se rió el chileno dejando caer el agua tibia sobre su caluroso cuerpo
- ¿Qué?¿Pero cómo? - preguntó el mexicano casi son poder creerlo
- no lo recuerdo muy bien, solo se que me dolió mucho y es algo que prefiero no recordar muy a menudo - explicó el chileno

Este salió solo un rato después con una toalla envuelta en su cintura, el mexicano tuvo que fingir tener calor para que el chileno no sospechara de su sonrojó tan repentino, se dió media vuelta para que el chileno pudiera vestirse y luego salieron juntos; el tricolor de el escudo había olvidado por completo que había dejado sus cosas en la banca de el parque al menos cuando lo recordó y fue a ver todo seguía en su lugar.

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Ucrania no pudo evitar llevarse la mano a la boca cuando leyó lo que aquella carta decía

"Lo siento, de verdad, pero desde que el señor URSS murió, siento que ya no pertenezco a esta casa, les pido por favor no buscarme porque estaré bien solo, pido perdón otra vez por si los lastimé

Con cariño, México"

Arrugó la carta en sus manos mientras pensaba en como estaría el mexicano, despertó a sus hermanos para el desayuno y ya habiendo terminado este les contó lo sucedido

- ¡¿Qué?! - exclamaron el ruso y el bielorruso al escuchar la noticia
- ¿Sabes dónde está? - preguntó el bielorruso recibiendo como respuesta un gesto negativo con la cabeza
- ¿Por qué no dijo que se iba?
- no lo sé, pero creo que llevaba planeando esto desde bastante tiempo y no supimos darnos cuenta - los tres hermanos pensaron en el mexicano, el ucraniano recordaba que últimamente se veía feliz y no daba señales de querer irse de casa, el bielorruso recordaba las historias que contaba y el ruso solo podía pensar en que la noche de ayer había sido la última noche en que lo vería de ahora en adelante.

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- así que no tienes donde quedarte... Vamos a mi casa - ofreció el chileno sin pensarlo, al mexicano se le iluminaron los ojos al escucharlo
- ¿de verdad?
- si po, pero primero te invito a comer, tengo algo de dinero y se ve que ni tomaste desayuno - México asintió, Chile tomó su bolso, la maleta de México y lo guío al restaurante en donde siempre iba a comer luego de entrenar, el mexicano lo siguió al lugar, tomaron asiento, pidieron lo que querían comer y mientras esperaban hablaron

- ¿Y por qué te fuiste de tu casa?
- desde que murió el señor URSS siento que ya no pertenezco a esa casa, por eso decidí irme
- ¿Ellos sabían que te ibas?
- no le dije a nadie, solo dejé una carta y salí de ahí
- espero mi hermano no se moleste si me ve llegar contigo, él ahora está trabajando, creo que trabaja con Ucrania pero me contó que está enfermo y ahora él estará a cargo mientras llega Ucrania a trabajar de nuevo
- con que tú hermano es el novio de Ucrania, se la pasa hablando de él todo el día si es que puede
- supongo que así es el amor - dijo el chileno comenzando a comer lo que les habían traído a la mesa
- ¿Tu ya tienes novio? - preguntó el mexicano sin pensarlo mucho
- no ¿Y tú?
- ya quisiera tener - ambos se rieron y luego siguieron comiendo; ya pagada la cuenta ambos salieron de el restaurante para dirigirse a la casa de Chile.