27

156 11 2
                                    

El chileno tardó en reconocer lo que habían hecho, la oscuridad de la habitación lo ayudo a ocultar su sonrojo, pero el mexicano si notó que se había puesto algo tenso

- ¿Qué pasa? - preguntó el mexicano apoyando su mano en el hombro de el nervioso chileno
- nada...perdón, me dejé llevar y no sabía que estaba haciendo - se disculpó el de la estrella algo avergonzado
- perdón también, creo que no debí besarte así - rió el mexicano, el chileno intentó reírse también, pero esta risa sonó muy fingida
- ¿Dónde aprendiste a besar así?
- lo ví en la tele, pasan cosas muy raras en las tele a las 5 de la mañana - dijo el mexicano recordando algo muy traumante para su yo pequeño

El chileno se sintió un poco incómodo, se puso de pie y salió de la habitación, el mexicano quiso retenerlo pero se dió cuenta de lo tenso que estaba el ambiente y no hizo nada.

Cuando el chileno volvió el mexicano estaba recostado en la cama tarareando alguna canción

- ¿Puedo? - preguntó el chileno para recostarse a su lado
- eh...si, osea es tu cama - rió México sacándole una sonrisa a Chile, este se recostó a su lado bastante cerca de él, buscó una posición cómoda para quedarse y así se quedó
- oye, por lo de hace rato...si me gustó, pero no debemos hacerlo otra vez ¿Estás de acuerdo? - preguntó el chileno
- estoy de acuerdo, no volverá a pasar en lo que tenga de vida - dijo el mexicano, el chileno volvió a sonreír, rato más tarde ambos se metieron bajo las sábanas y se quedaron dormidos.

...

El chileno se despertó con pesar al día siguiente, el mexicano lo abrazaba con fuerza mientras dormía, Chile se sonrojó mucho al verlo así

"apenas lleva 3 días aquí, no puede gustarte tan pronto weón, no te puedes enamorar de él"

Pensó enojandose consigo mismo, estaba a punto de apartar el brazo de mexicano cuando recordó que su profesor había tenido un accidente, por lo cual no tendría clases por al menos 2 meses, luego serían las vacaciones de verano así que al menos tendría unos 4 o 5 meses sin ir a la escuela, casi saltó y gritó de alegría, pero se contuvo para no despertar al mexicano que dormía plácidamente sin dejar de abrazarlo.

Fue el alemán quien lo sacó de la cama, pero antes de advertir su presencia en la habitación, observó con ternura como el mexicano lo abrazaba y su hermanito tenía los ojos cerrados y estaba sonrojado, el chileno abrió los ojos al sentir que lo miraban, el alemán fingió apenas estar entrando a la habitación para que no sospechara que los estaba mirando

- Chile ¿No irás a la escuela? - preguntó el alemán y agregó - ya son las 8:30
- mi profesor no irá por 2 meses, tuvo un accidente hace poco, escuché que se fracturó la costilla - explicó el chileno, el mexicano frunció el ceño al escucharlos hablar, pero no despertó
- oh, entiendo...más tarde despiertas a México para ir a desayunar, yo estaré en la cocina por si me necesitas - dijo Alemania saliendo de la habitación, el chileno volteó a ver al mexicano, este había dejado de abrazarlo pero mantenía la misma posición
- oye...Mex - dijo Chile mientras lo mecía para despertarlo, este abrió los ojos algo desorientado, se llevó las manos a la cara y se frotó los ojos
- buenos días - saludó México con una sonrisa, el chileno sonrió
- buenos días... ¿Vamos a desayunar? Yo iré al baño - el mexicano asintió, cuando el chileno fue al baño, México salió de la cama y buscó la ropa que usaría hoy.

Los 3 ya estaban sentados desayunando, el alemán se había ido a trabajar, Chile estaba sentado en un lado de la mesa y México en el otro, ambos se miraban de vez en cuando mientras comían, pero no cruzaban palabra alguna, finalmente fue México quién rompió el hielo

- ¿Te parece si vamos afuera?
- ¿Afuera? Claro, pero luego - aceptó el chileno quién se puso de pie y fue a la cocina para lavar lo que habían ensuciado en el desayuno, rato más tarde habían salido, dejaron la puerta bajo llave y partieron.

El chileno lo encaminó a el parque, el mexicano encontró genial el atajo por  “el bosque” como solía llamarlo el chileno, ambos caminaron lentamente hasta una de las viejas casitas

- ¿Recuerdas cuando jugábamos aquí? Buenos tiempos - recordó el mexicano pasando su mano por las paredes astilladas de aquella casita colorida que los acompañó en buena parte de su infancia
- ¿Jugar? No creo que besarnos contara como juego Mex - rió el chileno viendo como su amigo se sonrojaba enormemente y reía con él
- Chile, lo que pasó anoche...
- oye no te preocupes, ya te dije que no pasaba nada - sonrió el chileno luego de interrumpirlo a media oración, ambos se sentaron en silencio, algunos niños jugaban por ahí, pero al verlos se alejaban y no volvían a pasar, quizás intimidados por la altura o por la forma en que Chile los miraba

- ¿No te gustan los niños? - preguntó el mexicano al ver a su amigo
- no mucho - respondió el chileno junto a una sonora risa que hizo sonreír a México al instante.

Habían pasado rápido las horas, ambos volvieron a casa sin imaginar que el ucraniano estaba ahí

- ¡México! - gritó emocionado el ucraniano, corrió a abrazarlo apenas el mexicano estuvo dentro de la casa
- hola - respondió este algo desanimado correspondiendo al abrazo
- Alemania ¿Por qué no me dijiste que mi hermano estaba aquí? - preguntó Ucrania algo molesto
- si te dije y me dijiste que vendrías a buscarlo apenas vinieras
- ¿Me vas a llevar? - preguntó el mexicano algo asustado
- tengo que...
- ¡no te lo lleves! - gritó el chileno, todos voltearon a verlo, el mexicano se acercó más a él al ver que lo defendía
- Chile, no te metas - dijo el alemán, el chileno asustado de su hermano prefirió callar.

Chile no pudo hacer otra cosa que llorar. Los dos amigos estaban tan tristes que lloraron abrazados. Ambos sabían que pasaría mucho tiempo antes de que pudieran verse de nuevo.

El alemán y el ucraniano terminaron su relación unos meses después, por lo cual la separación de ambos adolecentes fue tan larga que ambos se olvidaron el uno de el otro.

¿por qué yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora