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La escuela era divertida para Chile, pues veía a México casi todos los días, aunque no podían besarse pues los maestros les dijeron que eso era cosa de mayores y no debían hacerlo

- solo uno, por favor - pedía el mexicano casi llorando
- no podemos - decía el chileno apartando a México de su lado
- no nos van a ver aquí
- si nos llegan a ver, van a dejarnos haciendo tarea hasta tarde - dijo el chileno, para nada quería que los dejaran sentados leyendo o escribiendo, el mexicano finalmente se rindió al ver a el chileno enojarse.

Ambos niños esperaban a sus padres en la entrada, más atrás habían otros niños más grandes, entre ellos Alemania y Ucrania, los cuales se veían bastante entretenidos cruzando miradas avergonzadas y rozando ligeramente la mano de el otro, pero apenas vieron a Reich se separaron

- vamos hermano - dijo el alemán tomando la mano de el pequeño, este caminó con él
- chao Mexi - se despidió Chile
- adiós Chi - respondió el mexicano, rato más tarde se le acercó el ucraniano y lo llevó hasta URSS.

En el camino, Chile pensó en URSS y le hizo una pregunta a Reich

- papá ¿el señor URSS es mujer? - dijo Chile provocando una fuerte risa por parte de Alemania
- yo que sé si es mujer o no - dijo el imperio algo molesto
- ¿estás enojado? - preguntó Chile
- no Chile... ahora hazme el favor de cerrar tu preciosa boca hasta llegar a casa ¿puedes? - el pequeño asintió y no habló en todo el camino.

Al llegar a casa, Chile corrió a el sofá para jugar con el muñeco que México le había regalado, Alemania entró a la cocina con su padre

- papá ¿que pasa?
- nada Alemania, solo estoy cansado, el trabajo me tiene muerto - dijo el imperio tomando un vaso de agua
- ¿por qué trabajas papá? Eres un Imperio, no lo necesitas - dijo el alemán confundido
- la casa nueva no se va a comprar sola y necesito dinero
- ¿casa nueva?¿de qué hablas?
- mira hijo, nosotros dos vivimos bien aquí, pero llegó Chile a nuestras vidas y la casa se hizo pequeña, el pobre no tiene siquiera una habitación - dijo Reich, Alemania se alegró por la noticia y prometió darle todo el dinero de sus ahorros para la casa

- pero hijo, ese dinero es para el telescopio que quieres - dijo el imperio sorprendido de la oferta de Alemania, este lo pensó un momento
- yo también viviré en esa casa papá y quiero ayudar- el imperio abrazó a el alemán al escucharlo, este lo abrazó y sonrió, esta era una de las pocas veces que su padre lo abrazaba y por eso Alemania estaba tan feliz.

Como de costumbre, apenas cayó la noche, el chileno habló con su padre

- ¿puedes quedarte? - preguntó el chileno, Reich se sentó en la cama y lo miró fijamente
- ¿pasó algo?
- ¿dónde está mi mamá? - preguntó el pequeño, Reich no sabía que decir, tomó la mano de Chile y suspiró
- no lo sé, no sé nada de ella
- hace tiempo me prometiste que la buscariamos y no lo hiciste - dijo Chile algo molesto por eso
- perdón por eso cariño, intentaré buscarla pero no te prometo nada -dijo el imperio acariciando la mejilla de el pequeño, este asintió y cerró sus ojos listo para dormir.

Al día siguiente, el chileno despertó muy temprano y comenzó a mover a su padre para que despertara, pues ya quería ir a la escuela para ver a México, Reich abrió un poco los ojos y dirigió su vista a el reloj en la pared

- apenas son las 6 hijo - dijo el imperio abrazando a el pequeño para que este dejara de moverlo
- pero papá...
- silencio, vuelve a dormir - ordenó el Imperio tapando la boca de el pequeño, Reich cayó dormido enseguida, en cambio a el pequeño le costó un poco más volver al sueño.

México se había despertado a la misma hora, bajó de su cama y comenzó a vestirse, esto era una de las primeras cosas que le había enseñado su madre; fue a la habitación de URSS y abrió la puerta para poder pasar

- ¡papá! - gritó sin querer en vez de decir "señor urss" este que ya estaba fuera de la cama, volteó sorprendido al escuchar a el mexicano
- ¿que acabas de decir? - preguntó este solo para estar seguro
- perdón, no quería decirlo... yo sé que usted no es mi papá- dijo el pequeño bajando la cabeza
- ay México, tranquilo... ¿te parece si vamos a desayunar?
- ¡si, por favor!

El chileno ya estaba comiendo junto a su hermano y su padre

- Alemania, te encargo que por favor vayas directo a la escuela con tu hermano, yo no puedo ir a dejarlos, se me hace tarde para el trabajo - dijo el imperio tomando una abrigo, besó a ambos niños en la frente como despedida y salió de casa.

Unos minutos después, ambos tomaron sus bolsos y salieron de casa, Chile iba feliz por que vería a México, Alemania también iba feliz pues vería a Ucrania y podrían hablar tranquilos.

Al llegar a la escuela, México estaba esperando a Chile y apenas lo vio le dio un fuerte abrazo, ambos se fueron corriendo a su salón para dejar sus cosas y aprovechar de jugar mientras llegaban sus compañeros y el profesor

- te extrañé mucho -dijo el chileno sin soltar de la mano a México, este sonrió e intentó darle un beso, como no había nadie en el salón, Chile dejó que lo besara pero solo un segundo
- un ratito más ¿si?
- no Mexi - dijo el chileno, el mexicano se enojó un poco pero luego ya andaba riendo con Chile.

La clase había comenzado, Chile y México tuvieron que ser separados, pues no dejaban de hablar, lo que no sabía el profesor, era que ambos tenían ese "don" de hablar hasta con la pared, por lo tanto tuvieron que amenazarlos con dejarles tarea extra y asi pudieron cerrarles la boca.

¿por qué yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora