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Pov Sasha

─Es todo lo que tengo que decir al respecto de este tema señor Litman ─ finalizo.

William Lestreins es un cerdo repulsivo al cual me encantaría meter a la cárcel, lastimosamente las autoridades simplemente dejaron al caso estar y no lo atraparon aún después de todo lo que me hizo y también a esas otras, chicas y aunque me molesto deje que simplemente la situación pasara, pero si el señor Litman pretende seguir con esto, pues no perderé la oportunidad, hablo en serio.

Que ningún hombre en esta vida piense que me va a tocar sin permiso y no va a pagar un alto precio por ello.

─Ya está en usted tomar una decisión al respecto y si esa decisión incluye seguir a pesar de todo ─ digo sacando unos post-it de colores de mi bolso, salgo con uno de esos a todos partes para no olvidar nada. Además me encantan los post-it, ellos y los plumones son mi apoyo al trabajar ─ esté es el número de mi asistente, si la llama hágalo en horario de oficina, si no es así, ella tiene la total autorización de colgarle y no contestar hasta que esté en horario laboral ─ le explicó. Por suerte, si sé distinguir, más o menos, los números y escribirlos.

─¿Por qué? ─

─Porque así lo quise ─ me enojo de hombros mientras le anoto el número ─ si la llama cuando hable con ella dígale que la está llamando de mi parte, es importante que al momento de hacerlo seré diera a mí por mi nombre de pila, al hacerlo ella sabrá que su cita es prioridad y se hará lo más pronto posible, si decide algo en esta semana, la siguiente nos estaremos reuniendo usted sus chefs y yo para sentar todas las bases de cómo nos vamos a manejar y firmas los contratos ─ le entrego el papel de color verde chillon.

─Gracias ─

─¿Ya terminaron? ─ nos pregunta Martha.

─Si, ya terminamos ─ contestó.

─Perfecto ahora hablemos de temas serios ─ dice ella tomando asiento con nosotros en la mesa.

─Mama ─ la llama Lorenzo en un intento de persuadir la

Creo que se a donde va a ir esto.

─Shhhh....─ le hace callar ─ ustedes dos de verdad harían una linda pareja ─ nos dice y el señor Litman se atraganta con su cerveza ─ deben aprovechar ahora antes de que se les pase el arroz ─ dice ella.

─Martha, el agua de mi arroz ni siquiera ha empezado a hervir y para que eso pase incluso faltan años ─ digo con tranquilidad ─ y a él ─ señaló al señor Litman ─ ni siquiera se le ha puesto la hoya, así que ninguno tiene que tener ninguna prisa ─ digo.

─Lo que ella dijo ─ me apoya Litman tosiendo un poco aun.

─No digo que se casen de inmediato, vayan sé conociéndose ─ nos propone.

Por suerte los demás de la familia intervienen cambiando rotundamente de tema y nos ponemos a compartir anécdotas.

Es cuando me entero de que el señor Litman conoce a los Albares desde hace tiempo y él fue quién descubrió a Maria primero cómo un chef muy prometedor, pero después lo dejó por irse a trabajar con ese otro tipo que solo lo engaño.

También me entero de que tiene cinco hermanos, uno que es mayor que él por un año, tiene un mellizo y tres hermanas más.

Sus papás tenían mucho tiempo libre

Pasamos un buen rato muy agradable hablando la verdad, no digo esto de personas que apenas conozco, en especial de hombres que apenas conozco, pero el señor Litman parece ser un hombre muy agradable y cómo me habían dicho antes en el hotel, muy educado.

Erick Litman ◇Herederos Litman 3◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora