Erick Litman ◇Herederos Litman 3◇

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Después de varias horas nuestra fiesta de cumpleaños da inicio y los invitados empiezan a llegar, por el accidente del abuelo, o más bien su atentado, se redujo un poco la cantidad de invitados, pero sigue siendo una cantidad considerable de personas la que fueron invitadas.

Y hablando del abuelo nos aseguramos de que esté en un lugar cómodo, no puede estar de pie, la verdad todos estaríamos más tranquilos si estuviera en casa en su habitación, pero sabemos que no lo lograríamos. 

Saludamos a amigos y socios, las señoritas que están hoy en la fiesta no paran de hacerme ojitos, a Cedrick también y no dudo que ya tenga a la presa o presas de esta noche, otras se creen más inteligentes y en lugar de acercarse a mí, se acercan al abuelo para ganárselo a él.

Les concedo que no son completamente tontas, es un muy movimiento, pero ya todos pierden el tiempo, el abuelo hizo su elección y él no se retracta de sus daciones, para él no hay otra mujer cómo mi esposa que la fierecilla.

Quién no para de atormentar en sus sueños con esos ojitos rasgados tan lindos....¡mierda!.

Erick enfócate.

Ella no debe ganarte por ningún lado, si es una mujer preciosa, conoces a muchas mujeres hermosas, ella no es la única,.... aunque ella tiene algo peculiar, es posible que sea en su mirada, no lo sé bien, pero algo, algo peculiar tiene que la hace destacar mucho y aunque lo evite me hace pensar en esa mujer.

─¡Mierda!─ se queja Cedrick de repente dándose la vuelta y jalándome por el sacó para alejarnos del lugar en que estamos.

─¿De quién huimos? ─ le preguntó con interés.

─Hanna, ya llego con nuestros tíos ─ me dice él mientras me usa cómo escudo.

─Esconderte ahora es inútil, esperará a que estés hablando con Dastan para acercarse ─ le recuerdo, ya que él lo que ella hace mayormente.

No entiendo cómo es que Hanna aún persiste en perseguir a Cedrick, lleva detrás de mi hermano desde que ella tiene once y nosotros 17 años, además a pesar de todas las ocasiones en la que Cedrick le dijo que no quería y no quiere estar con ella, no se da por vencida y sigue de él. 

Para él y para mí ella es cómo una de nuestras hermanitas, la conocemos desde que es una bebe, ella casi es cómo nuestra sangre, pero ella no entiende eso, cómo tampoco entiende que ella y Cedrick no tienen nada y nunca tendrán nada, además que no tiene por qué estar celando a mi hermano.

Sus celos son enfermizos, la verdad, incluso le ha llegado hacer escenas bastante escandalosas y con quién no debe, cómo por ejemplo, Marixa, ella también es nuestra, prima nosotros tampoco la miraríamos de otra manera, ella y Cedrick se llevan muy bien, ambos tienen un sentido del humor bastante peculiar lo que los hace llevarse tan bien, eso le molesta bastante a Hanna lo que ha provocado varios enfrentamientos entre ellas y entre mis tías también.

Hanna me preocupa

─¿Ustedes que hacen? ─ nos pregunta Charlot llegando donde estamos.

─Charlot, escóndeme ─ le dice intentando cubrirse con ella.

─Cedrick es lo más ridículo que me puedes pedir, eres 30 centímetros más alto que yo, no hay manera en la que te pueda cubrir ─ le dice y es verdad.

Por varios minutos nos burlados un poco de Cedrick por pedirle a Charlot que lo esconda, saludamos a más invitados y hablamos de cualquier cosa, cómo por ejemplo que Cedrick le sigue reclamando a Charlot por la mordida que le dio en la tarde. Entonces cuando veo a alguien entre los invitados.

─¿Que hace ella aquí?, ¿cómo fue que se atrevió a venir? ─ preguntó molesto.

¿Cómo es que Lana está aquí?. Tenemos mucho tiempo sin coincidir en ningún evento social y así sin más se aparece en la fiesta de cumpleaños de mis hermanos y mia.