Me quedo por completo sin palabras al escucharla, ella me ha dicho que me quiere y que soy muy importante para ella, me lo dijo, así sin más, me lo dijo, Sasha puede ser muy expresiva cuando quiere, pero no tengo oportunidad de corresponderle ni nada, porque su celular suena.
¿A quién se le ocurre llamar en este momento?
Y el resto del camino al aeropuerto, se la pasa al celular, según entiendo por lo que habla, tampoco voy a poder hablar con ella durante el vuelo porque estará en una videoconferencia con unas personas italianas, al parecer son las personas con las que hizo un trato y su asistente divulgo el contrato, al parecer están furiosas.
Ella se ocupa de su reunión por varias, horas, esas personas quieren demandarla por una gran suma de dinero, pero Sasha ni parece preocupada, yo tampoco lo estaría, la empresa en cuestión tiene una gran posición en el mercado gracias al los dulces que mi esposa le vendió y ella le deja claro que si insisten en esa demanda, ella jamás va a trabajar con ellos de nuevo, ellos no tienen a nadie ni que le llegué a los tobillos a mi esposa, en muy poco tiempo su empresa caerá sin ella y lo saben así que no deben de tentarla mucho.
No sé en qué termina su discusión, porque me quedo dormido, a causa de los calmantes que me dieron para mi brazo, cuando despierto, por una de las asistentes de vuelo, porque ya vamos a aterrizar, veo a mi esposa dormir placidamente a mi lado, tan linda cómo siempre.
─Fierecilla ─la llamo ─ Fierecilla despierta, llegamos ─ le digo, hace muchos gestos, pero no despierta ─Sasha, te voy a cargar aunque sea con un brazo ─le advierto y frunce él seño para después abrir sus ojitos ─ con que te hacías la dormida ─
─Un poco, ¿qué hora es? ─ pregunta incorporándose.
─Serán las diez de la mañana ─ contestó.
─Tengo que ir a la fábrica ─ contesta estirándose ─ tengo que agregar algunas cosas, lo primero es despedir a mi asistente, revisar unas entregas, hacer las recetas para las cenas de hoy y tener una reunión con las demás personas que trabajan y tienen acceso a mí número, porque dije que pudo ser mi asistente, pero no es la única que tiene mi número ni la única que puede ser engañada — me cuenta ella — pero antes me voy a segura de dejarte en casa, porque no piensas ir a trabajar, ¿verdad? — pregunta.
—No, no voy a trabajar, aunque lo intente mi padre no me dejaría — contestó.
—Mejor aún, pero aun me aseguraré de dejarles en casa — dice ella.
Y así lo hace, llegamos a casa para asegurarse de que no voy a hacer nada que me pida lastimar el hombro o algo parecido.
—Vuelvo en un rato, adiós — me dice dándome un beso para después irse.
¿Por qué siempre me deja con la palabra en la boca?
Pov Sasha
—Espero que les haya quedado claro — digo para terminar la reunión y todos asienten.
Yo no fui quién contestó el celular, pero pude ser lo y no quiero que haya ninguna posibilidad de que él pueda llamarme de nuevo, no quiero y quiero que todos aquí tengan claro de que no deben dar mi número personal a nadie.
—¿A la casa señora? — me pregunta Anton.
—Si ─ contestó y de camino escucho los mensajes de mis hermanas sobres los nuevos cambios que hay que incorporar en la fábrica.
Al llegar a casa, Emma me dice que Erick está en el sótano, por lo menos no esa trabajando, primero subo a la habitación para cambiarme de ropa por algo más cómodo, tomo mi celular y voy con mi esposito.
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Erick Litman ◇Herederos Litman 3◇
RomanceAmbos anhelan y al mismo tiempo le temen al amor, así que para que sus familias dejen de presionarlos para que se casen, ceden, pero bajo un acuerdo que los protege para que ninguno de los dos salga lastimado, pero la convivencia y el apoyo mutuo, a...