Pov Erick
Lo estamos haciendo, de verdad lo estamos haciendo
Tomo su mano para ambos colocarnos de pie frente a este hombre de cara redonda, barba blanca y traje de saco y corbata de color rojo con camisa amarilla, parece santa Klaus, no entiendo cómo porque lo usual es ver a un Elvis, no a un Santa.
─Estamos esta noche reunidos para presenciar la unión de estos jóvenes en presencia de hermanos ─ empieza a decir él ministro que nos casara ─ ¿ambos están aquí por su voluntad y sin la intimidación de terceros? ─ pregunta.
─Si lo hacemos por voluntad ─ contestamos ambos.
─Muy bien, ¿usted señorita Sasha Petra Peyton está segura de querer casarte con este hombre, querer lo y respetarlo, estar para él en la salud y en la enfermedad, en las alegrías y en las tristezas, cuando estén felices o enojados? ─ le pregunta él.
─Si estoy segura ─ contesta ella.
─¿Usted señor Erick Layonel Litman está seguro de querer casarte con esta mujer, quererla y respetarla, estar para ella, en la salud y en la enfermedad, en las alegrías y en las tristezas, cuando estén felices o enojados? ─ me pregunta.
─Sí, estoy seguro ─ contestó también.
─De los aquí presentes, ¿hay alguno que se opone a la unión de estas dos personas?, de ser así que hable ahora o calle para siempre ─ pregunta el hombre.
─Me disculpo por la escena ─ digo y un segundo después Dastan y Cedrick están arrodillados cada uno al lado de mi suplicando que no me case.
─Piensa en nosotros hermanos, aún estamos muy jóvenes, piénsalo mejor hermano, por favor ─ me dice Cedrick todo dramático.
─No nos ofrezcas a las lobas así, no aun, por favor, por favor, eres todo lo que tenemos ─ continúa Dastan igual de dramático.
─Ya los tengo bien grabados ─ avisa Nathaniel y ambos se levantan cómo si nada paso, mientras mi casi esposa y cuñadas intentan no reírse fuerte.
─Continúe ─ le pide mi exagerado hermano al ministro que nos observa desconcertado.
─¿Se están tomando esté matrimonio con seriedad? ─ pregunta el hombre serio.
─Si no los tomamos muy serio señor, a mis cuñados solo les gusta hacer un poco de las suyas, pero no lo hacen con mala intención, ambos sabíamos que ellos harían tan ridícula escena ─ le explica Sasha.
─Nos disculpamos sinceramente si lo que hemos hecho los ha ofendido, no era nuestra intención, solo queríamos hacer una pequeña broma, nada más ─ se disculpa ellos.
El hombre no muy convencido continua y nos hace firmar los documentos que nos unirán oficialmente cómo esposos, primero firma Sasha y después lo hago yo.
─Felicidades, son oficialmente esposos, puede besar a su esposa ─ nos dice él.
Sasha se gira para verme, esto era algo que sabía que teníamos que hacer, además de nuestros hermanos tomaran muchas fotos de este momento y la subirán a todas nuestras redes para anunciar que Sasha y yo nos casamos.
Mi corazón late cómo loco, en mis labios aún está la sensación del contacto que tuvieron nuestros labios hace unos días encerrados en ese elevador. Sinceramente, beso no puedo llamarlo, tampoco sé que otro nombre le podría poner, pero la verdad no es algo a lo que le tenga que dar mucha importancia en este momento, cuando si besare a mi ahora esposa.
La tomo suavemente de la cintura acercándola a mi cuerpo, ella está tensa, no completamente, pero lo está, aunque su expresión se mantiene completamente imparcial, sus ojos siempre son sinceros y puedo ver lo nerviosa, además de un poco asustada que está en este momento, lo más adecuado sería detenerme, ella no se siente cómoda con esto, pero cuando pretendo soltarla ella me abraza por el cuello jalándome hacia abajo donde nuestros labios se encuentran.
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Erick Litman ◇Herederos Litman 3◇
Roman d'amourAmbos anhelan y al mismo tiempo le temen al amor, así que para que sus familias dejen de presionarlos para que se casen, ceden, pero bajo un acuerdo que los protege para que ninguno de los dos salga lastimado, pero la convivencia y el apoyo mutuo, a...