Me despierto y vuelvo a tumbarme debido al dolor de cabeza. No solo me duele la cabeza sino que también estoy nerviosa. ¿Por qué me pasa esto a mí?
Voy al baño para asearme. Me echo agua en la cara y salgo. Abro el armario y saco la ropa. Unos simples pantalones vaqueros con una camiseta básica blanca y las deportivas.
Bajo al salón y allí esta Adeline esperándome. Va muy bien vestida con un vestido azul hasta las rodillas, unos tacones negros y con alguna que otra joya.
-Ya estoy- digo poniéndome delante de ella.
-¿Así vas a ir?- me pregunta señalando mi ropa.
-Sí, ¿por qué?
-Sofi, cariño, arréglate un poco. Sé que vamos a una cárcel y que vamos a visitar a tu madre pero no puedes ir a sí.
-Está bien, ahora vuelvo.
Subo de nuevo a mi habitación y me cambio de ropa. Esta vez escojo una falda negra, una camiseta de tirantas blanca que va metida por dentro de la falda, un cinturón ancho dorado y unas manoletinas del mismo color que este. Vuelvo a bajar y Adeline me sonríe.
-Mucho mejor. ¿Estás lista?
-No sé. Estoy dubitativa.
-¿Por qué?
-Porque lo que me tengan que decir hoy puede o no cambiar parte de mi vida.
-Recuerda, estaré contigo siempre.
-Gracias.
En el coche de camino a la cárcel, no dejo de mover la pierna. En definitiva estoy nerviosa. Cuando llegamos, observo con detenimiento aquel edificio gris lleno de rejas por todas partes. Nos adentramos en él y esperamos.
-Hola, ¿venís de visita?- nos pregunta una mujer de unos cuarenta años vestida con pantalón naranja, polo naranja y zapatillas deportivas.
-Sí, venimos a ver a Morgan Moretz.
-Enseguida la traemos. Tomad estas pegatinas, debéis ponérosla forma parte del protocolo de visita.
-Gracias- decimos Adeline y yo. Nos sentamos en una mesa libre mientras la traen. Empiezo a exhalar e inhalar el aire para tranquilizarme.
-Sofi, hija mía- dice mi madre sentándose con nosotras.
-Te espero fuera- me dice Adeline, levantándose.
-¿Quién era esa?- pregunta- Es muy guapa, ¿qué utiliza para cuidarse? Cuéntame, ¿cómo estás? Te veo más alta...
-¡Mamá ya, déjate de tonterías!- grito sin dejar que termine de hablar- No estoy aquí para hablar de mi ni de Adeline, estoy aquí para hablar de ti y de la persona que mataste- digo con voz temblorosa y al borde de llorar.
-¿Sabes ya a quién maté?- pregunta preocupada.
-No, he venido a que me hables de eso.
-Uf menos mal.
-¿Cómo que menos mal? Mamá dímelo ya, ¿a quién mataste?
-Verás hija, es muy pronto para saberlo.
-Bien si es pronto para saberlo, me voy- digo levantándome- No quiero saber nada más de ti, para mí no existes- comienzo a llorar.
-¡Esta bien! ¡Maté a tu padre!- grita haciendo que todo el mundo presente se entere.
-¿Qué?
:G0SEJJ
Voten y comenten.
❤
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Filofobia- Miedo a enamorarse
Teen FictionSofi nunca ha sido capaz de enamorarse debido a un extraña fobia. Tras ser adoptada por la familia Edison, la protagonista conoce a uno de los mejores amigos del que a partir de ahora será su hermano. Lo que ella no sabe de todo esto es que le ocurr...