Capítulo 22

209 22 1
                                    

Cansada del fin de semana, me meto en mi cama. Cierro los ojos y poco a poco voy adentrándome en el mundo de Morfeo cuando escucho un ruido en mi habitación.

-Eldon, ¿eres tú?

-Sí.

Le hago un hueco en mi cama y se tumba conmigo.

-¿Qué te pasa hoy? Se te está haciendo costumbre venir a mi habitación de noche.

-Bueno estaba preocupado porque me he acordado del día que fuiste a la cárcel. Dime, ¿estás preparada para contármelo todo?

-Puede que sí. Verás, llegué allí enfadada y ver a mi madre no me entusiasmó tanto. Fui al grano y le pregunté directamente a quien mató. Ella me dijo que todavía no estaba preparada por lo que me levanté de la silla y cuando me disponía a irme, gritó que había matado a mi padre, en ese momento me giré con lágrimas en los ojos, furiosa, y fui hacia ella. Le pregunté que si eso era verdad, me dijo que sí y cuando le pregunté que por qué lo hizo volvió a decirme que no estaba preparada por lo que yo de nuevo me levanté y desaparecí de allí.

-¿O sea que tu padre no te abandonó? Pero, ¿a eso se le puede llamar madre? ¿En qué cabeza cabe matar a tu marido, padre de tu hija?

-Pues al parecer a una persona como esa señora.

-Sofi, quiero pedirte algo.

-Dime.

-Mañana a la tarde iremos al cementerio. Quiero que te despidas de él como se merece.

-¿Harías eso por mí?

-Por ti haría lo que fuera.

-Eldon, hay un problema.

-¿Cuál?

-Mañana tengo entrenamientos.

-No te preocupes por eso, iremos antes de que empieces. Y ahora, vamos a dormir. Buenas noches pequeña.

-Buenas noches tonto.

Me muevo en mi cama pero algo mejor dicho alguien me impide que lo siga haciendo. Abro los ojos y paso la mirada por toda mi habitación y por último acabo mirando a Eldon. Es tan inocente cuando duerme que ya se podría quedar así siempre. Me levanto y voy al baño. Cuando vuelvo a la habitación, mi hermano ya está despierto.

-Buenos días dormilón- digo lanzándole un cojín que hay en el suelo.

-¿Pero qué haces? Ven aquí- dice, me coge de la cintura y me tira a la cama junto a él. Empieza a hacerme cosquillas y yo río como una loca.

-Pa...ra no pue...do res...pirar- digo como puedo.

-Vale, vale. Anda vístete si no quieres llegar tarde.

-Vale. Si no te importa- señalo a la puerta.

-Somos hermanos.

-¿Y qué? Ahora vete.

En el instituto, Mike me cuenta lo mucho que me ha echado de menos en el fin de semana. Este chico es un caso aparte.

-¡Mike ya calla! A la primera me enteré que me has echado de menos pero no es para que me lo estés repitiendo una y otra vez.

-Es que te he echado de menos y hasta que tú no me digas lo mismo no voy a parar. Te echado de menos, te echado de menos...

-¡Vale vale! Yo también.

-Lo sabía. Bueno preciosa me voy que esta es mi clase.

-Adiós pesado- digo cogiendo el beso que me ha lanzado.

Continúo andando por el pasillo buscando mi aula cuando una persona se interpone en mi camino. Levanto la mirada encontrándome con la suya.

-¿Se te ha perdido algo Sabrina?

-Vengo a decirte que te alejes de mi novio.

-En esa frase te has confundido. Siento decirte que ya no es tu novio, cortó contigo- digo con cara de pena.

-Sepárate de él. Si tú estás de por medio no puedo conseguir nada para que vuelva conmigo.

-Ya eso es lo que tú quieres pero lo siento no puedo porque soy su hermana. Y ahora me voy a clases- digo abriéndome paso.

{"net�u}g��3

Voten y comenten.

Filofobia- Miedo a enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora