Capítulo 41

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¿En estos momentos como me encuentro? Sentada en el sofá frente a la madre de Mike y la pequeña Nicoletta. Que incómodo.

-Así que tú eres la maravillosa novia de mi hijo y la hija de mis amigos.

-Exacto. Tenía muchas ganas de conocerle ya, Dulce- digo con una sonrisa.

-Yo también tenía ganas de saber quién era la persona que le había robado el corazón a mi niño.

-Mamá- se queja Mike avergonzado.

-Bueno y dime, ¿de qué conoces a mi niña?- me pregunta refiriéndose a Nicoletta.

-Fue mi compañera de habitación en el centro junto con otras dos pequeñas más. Ella y las otras dos me encantaron.

-Cierto que erais del mismo centro.

-Sí. La echaba de menos- digo y me levanto a abrazarla.

-¿Habéis comido?- dice Dulce.

-No, justo iba a ponerme ahora a preparar pasta- dice Mike.

-Bueno ya que ibas a preparar tú la comida, hoy la vas hacer mientras que hablo con Sofi- dice la madre de mi novio.

Tras una conversación con Dulce, aparece Mike con la comida. Tiene buena pinta, ¿cómo estará de sabor? Enrollo los espaguetis en el tenedor y me lo llevo a la boca.

-Esta buenísimo- digo con comida en la boca.

-Gracias Sofi pero si hablas sin comida en la boca mejor.

Le miro con mala cara y pongo los ojos en blanco. Continúo con mi comida escuchando la conversación entre Mike, Dulce y Nicoletta. Miro con admiración a la pequeña. Estoy muy contenta de que por fin haya conseguido una familia. Tengo miedo de preguntarle por las otras niñas porque a lo mejor no han conseguido ninguna.

-Dulce, no sé si Mike te lo ha dicho pero desde ayer por la tarde me vine a vivir aquí no quiero ser molestia por lo que hoy mismo me iré.

-No es molestia ninguna. ¿Por qué te fuiste de casa? ¿Tus padres lo saben?

-Mamá no preguntes por eso por favor. Y sí, sus padres lo saben de hecho fueron ellos los que le dieron el consentimiento y permiso de hacerlo.

-Si me permiten, me voy a retirar. Estoy un poco cansada- digo una vez acabada mi comida.

-Claro que si, siéntete como en casa- dice Dulce.

Subo a la habitación de Mike y cierro la puerta. Me tumbo en la cama y miro con detenimiento cada rincón. Al lado de la puerta a la derecha hay una cómoda de cajones y encima de ésta tiene varios trofeos de lo que supongo que serán de fútbol. Después en la pared de al lado está el armario y al lado, pero un poco separado a la vez, tiene la mesa de estudio. Sigo mirando y en la siguiente pared tiene un gran ventanal y ya después en la pared que queda está la cama de matrimonio con una mesita de noche en cada lado.

-Cariño, ¿estás dormida?- dice Mike entrando y cerrando la puerta tras de sí.

-No pero pronto lo estaré. Oye lo siento por lo de antes por dejarte así. No estaba preparada, creía que sí.

-No te preocupes no tengo prisa. Cada cosa a su tiempo y cuando tú lo desees- dice tumbándose a mi lado.

-Gracias. Ahora quiero dormir un poco.

-Sí, yo también porque una señorita me ha despertado con su desquiciada risa.

-Ya te pedí perdón.

Filofobia- Miedo a enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora