Capítulo 5

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Entro en la casa y lo primero que veo es a un niño sin camiseta y en ropa interior. Nos quedamos mirando el uno a otro. Deberá ser el hijo de diecisiete años del cual me han hablado anteriormente.

-¿Quién eres?- pregunta él.

Me quedo callada esperando a que los Edison entren con mis maletas. Momento incómodo. ¿Qué hago? ¿Le respondo o no?

-So...soy So...Sofi- consigo decir.

-¿Quién coño eres?- vuelve a decir. Parece que no tiene buen carácter, no nos llevaremos bien entonces.

-Eldon que bien eso de que hables con ella- dice la Adeline.

-Mamá, no estoy hablando con ella solo le preguntaba que quien es y que hace en mi casa.

-Ella es Sofi y es tu hermana- Eldon al escuchar esas palabras se le abre ligeramente la mandíbula.

-¿Mi hermana?

-Sí, la hemos adoptado lo mismo que hicimos contigo- o sea que él también es adoptado. De lo que una se entera.

-Pero yo estaba muy bien solo no necesito hermanos.

-No voy a discutir contigo, es tu hermana y la debes tratar como tal- y dicho eso, Eldon sube y pega un portazo en lo que me imagino que será su habitación.

-Lo sentimos, lleva aquí desde que tenía un año y siempre ha sido hijo único. Esto para él es algo nuevo, es decir, el tener que convivir ahora con otra persona- explica Anthony.

-No pasa nada, lo entiendo.

-Me gusta que seas compresiva- dice. <<Soy comprensiva hasta un límite>>, pienso.

-Sígueme, te enseñaré tu habitación- dice Adeline.

Subo la escalera y recorro junto a ella y mis maletas el largo pasillo. Voy observando cada foto que hay. La mayoría son de Eldon, era una monería y en lo que se ha convertido. En las fotos lo que más resalta son sus ojos azules y su pelo moreno.

-Aquí es- dice abriendo una puerta dando lugar a una gigantesca habitación.

-Vaya- me quedo fascinada.

-No necesito preguntarte si te gusta o no porque ya veo que si- dice y ríe.

-Adeline yo no me merezco esto.

-No digas eso, no has hecho nada para no merecértelo.

-Ese es el caso que no he hecho nada. Vengo de una familia humilde con poco dinero y al llegar aquí todo es...tan distinto.

-No tienes por qué hacer, nosotros somos así y esta es nuestra forma de vivir y a partir de ahora será la tuya.

-Gracias- digo y para mi sorpresa me da un abrazo.

Entro en la habitación y giro sobre mis pies viendo cada rincón de ella. Las paredes son de color azul cielo y el suelo es de parquet. La cama es amplia y de ella cuelga desde el techo una cortina, al lado de ella se encuentran dos mesitas de noche de color blanco, una mesa que me servirá para estudiar, el armario, bueno no tengo armario, es un vestidor que podría ser de grande igual que mi antigua habitación, si te pones en la puerta y miras al frente te encuentras un gran ventanal con un balcón que da a la piscina y no podía faltar que tengo un baño en mi propia habitación.

Comienzo a poner todo en su sitio. La ropa y zapatos al vestidor, el portátil en la mesa de estudio, el maquillaje al tocador del cuarto de baño.... y así sucesivamente con cada cosa. La puerta de mi habitación se abre de golpe, me giro y lo encuentro a él.

-Mira niñita quiero que sepas que aquí el niño de la casa soy yo y tú, no me vas a quitar el puesto, ¿te enteras? Si estás aquí es porque mis padres lo decidieron pero si fuera por mi te podías pudrir en ese centro.

-No vengo aquí para quitarle el puesto a nadie tan solo estoy porque como tu muy bien dices me adoptaron tus padres. Además no tengo porqué aguantar las chorradas de un niño mimado que con cualquier cosa lo consigue todo, no te conozco pero con lo poco que he visto eres un egocéntrico.

-Si dices que yo soy mimado ya lo serás tú porque mis padres siempre dan lo que le pidas.

-No permitiré que eso pase conmigo.

-Ya cambiarás de opinión con el paso del tiempo.

-Si tú lo dices. Ahora si me disculpas me voy a poner el bikini porque quiero ir a darme un baño.

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Filofobia- Miedo a enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora