Capítulo 1

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Me levanto radiante. Hoy es mi cumpleaños por lo que estoy más feliz que nunca. Salgo de mi habitación y bajo al piso de abajo. Allí están ya mis abuelos junto con mi madre. Cuando me ven se alegran y vienen a abrazarme.

-Felicidades hija- dice mi madre.

-Sofi, ¿preparada para soplar las velas?- dice mi abuela sacando una tarta con un 16 en medio.

Todos comienzan a cantar el cumpleaños feliz. Me arrimo a la tarta dispuesta a soplar las velas, pero alguien llamando al timbre me lo impide. Nos miramos los unos a los otros y mi abuelo es el que va a abrir.

-Buenos días agentes, ¿qué ocurre?- oigo decir a mi abuelo.

-Tenemos una orden judicial para poder llevarnos a Morgan Moretz, ¿se encuentra en casa?

-Si soy yo.

Me giro contemplando la figura de mi madre. Sus manos tiemblan y su cara es de miedo. <<¿Por qué la buscan?>> me pregunto.

-Queda arrestada por delito de muerte.

-¿¡Qué!?- grito de inmediato.

-Hija, no te preocupes. Te aseguro que no pasa nada.

-Mamá, ¿cómo quieres que no me preocupe? ¿A quién mataste y por qué?

-Niña lo siento no tenemos tiempo debemos llevárnosla- comunica uno de los policías mientras coloca las esposa en las manos de mi madre.

-Adiós Sofi- dice mi madre entre lágrimas y desaparece por la puerta arrastrada por los agentes.

Me siento en el sofá y rompo a llorar. Perdí a mi padre porque nos abandonó, ahora a mi madre y lo peor de todo es que ha matado a una persona. ¿Este es mi regalo de cumpleaños? Felicidades Sofi.

Noto como la mano de uno de mis abuelos se apoya sobre mi hombro. Levanto la cabeza y miro a mi abuelo. Su cara expresa preocupación, pena.

-Abuelo, ¿con quién me quedaré?

-Pues no lose, pero pronto se sabrá.

Me abrazo a mis abuelos mientras que mis ojos continúan derramando lágrimas. Vuelven a pegar a la puerta. Me separo de ellos y voy abrir.

-Buenos días, vengo del centro de adopción West-Rives, busco a Sofía Moretz- anuncia una mujer de unos cuarenta años. Esto no me puede estar pasando a mí.

-¿Qué quieres?- le digo.

-¿Eres Sofía?

-Sí.

-Recoge todas tus pertenencias que se viene conmigo.

-Pero, ¿por qué?

-Como ya has podido comprobar, han arrestado a su madre y no tienes a nadie que haga de su tutor legal.

-Nosotros podemos- aparece mi abuelo por el umbral de la puerta.

-Lo siento, pero no se admiten a los abuelos como tutores del menor. El juez ha dicho que debe de ir a un centro y será puesta en adopción.

-Ni que me vayas a poner en venta.

-Tienes quince minutos para recoger sus pertenencias.

Dejé pasar a la mujer y subí a mi habitación dejando a mis abuelos junto a ella. Saqué dos maletas y comencé a guardar toda mi ropa, joyas, zapatos, etcétera y por último una foto de hace cuatro años en el que salgo yo con mis padres. Dejo la habitación vacía menos con la cama, el armario y la mesa de escritorio. La televisión y el portátil vienen conmigo. Meto a ambos en la maleta que menos cosas tiene y las cierro. Bajo de nuevo al salón y mis abuelos están hablando con la mujer del centro.

-Ya estoy- digo apoyándome en la puerta.

-De acuerdo, despídase de sus abuelos, mientras le espero en el coche- dice llevándose mis maletas.

-No me quiero ir con esa señora por favor ayudadme- vuelvo a llorar.

-Sofi, ya la oíste, el juez ha dado la orden de que debes de ir a un centro de adopción. Te encontrarán una familia y siempre estaremos para lo que necesites- dice mi abuela

-Vosotros sois mi familia, no os cambio por nada ni nadie.

-No lo hagas más complicado por favor, también es muy difícil para nosotros. Te echaremos de menos- dice esta vez mi abuela dándome un beso.

-Yo también os echaré de menos, os quiero.

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Filofobia- Miedo a enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora