Capítulo 12
Ryan.
Después de todo eso, volví al hotel a descansar, ni siquiera pude pegar un ojo. Todo está retenido en mi mente a punto de explotar, la ansiedad de estar pensando en todo lo que tendré que hacer para poder alejar a Daemon de mi familia. Si es cierto lo que oí en el club; deberé ser más cauteloso con lo que diga o haga, puede ser muy peligroso.
Oficialmente es nuestro cumpleaños, un tres de abril. Los años pasan demasiado rápido, ya son dieciocho años. No quiero ver a mi hermana crecer, no quiero que la destruyan o alguien le hagan daño, no mientras yo esté con vida.
Me paseo por la habitación de Rose, que se debe estar bañando, ya que escucho la ducha. La voy a esperar hasta que salga para darle mis felicitaciones y abrazarla mucho. Sentado en su cama, veo pasar a Arianne, por la entrada de la puerta.
—¡Felicidades! —chilla alegremente, abriendo sus brazos hasta mí.
—Gracias —me aprieta con fuerzas—. Me estás robando el aire.
Se separa de mí lentamente, pidiéndome perdón. Rose aparece vestida con sus tradicionales jeans y suéter, lo que siempre acostumbra a ponerse. Me ve a salta hacia mí, cayendo los dos a la cama.
—¡feliz cumpleaños! —exclamamos al unísono.
Ella se incorpora de la cama, arreglando su suéter.
—No lo puedo creer, ya estás creciendo.
—Tú también —señala.
—¿Ya saben lo que harán? —pregunta Arianne.
Sé que habla de cómo lo celebraremos, pero sinceramente no tengo ganas de celebrar. Hare un esfuerzo por pasar toda la noche con ellas y celebrarlo, pero primero tengo que encargarme de lo que voy a hacer.
—Podemos ir a un club, ya tienen la edad —propone Arianne con una sonrisa en su rostro.
—Pero tú no —añado—. Además, no tengo ganas de ir a club. Mejor haremos algo más tranquilo.
—¿Una cena?
—Exacto —afirmo para acabar la conversación.
—Francis está aquí, podemos invitarlo —informa Rose desde el espejo.
Doy un asentimiento con la cabeza. Francis es agradable y se ha vuelto amigos de los dos.
Tengo algo que decirle a Rose, y sé que no se pondrá contenta, lo sé.
—Puedo hablar un momento a solas con mi hermana —dirijo mi vista hacia ella. Arianne, por su parte, sale de la habitación del hotel.
Pone toda su atención en mí.
—No podré estar todo el día contigo como es costumbre. Tengo cosas que hacer, y son importantes —explico con una voz suavizada—, pero prometo que estaré aquí en la noche.
—Pero... —su voz se torna con algo de decepción—. ¿Qué tienes que hacer aquí?
Puedo notar como esconde su enojo. Ella no es de enojarse o hablarme mal, solo se lo guarda para sí misma.
—Cosas importantes —simplemente contesto.
—¿Qué cosas, Ryan? Has estado actuando muy extraños estos últimos días —dice con brusquedad—. ¿Qué te pasa?
—¡Nada de tu incumbencia! No. Te. Importa —espeto y ella retrocede decepcionada.
Me doy cuenta de cómo le acabo de hablar, me arrepiento de eso, pero estoy harto de que me preguntase.
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Daemon (Así mismo es el cielo como el infierno)
Fantasy"En el infierno lo adorarán y en el cielo lo despreciarán" Una guerra entre el cielo y el infierno se desatará. Daemon llegará para destapar todos los oscuros secretos del cielo y será el peor enemigo de Dios. Reconocido como el anticristo en la pro...