Capítulo 21 Parte 1

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Aviso: Este capítulo es bastante largo, por lo tanto, será dividido en dos partes. ¡Suerte! 😉

Capítulo 21 Parte 1

Daemon.

Contando los segundos, me veo al espejo y trato de calmarme, jadeando con una profunda respiración, dándole aire a mis pulmones. La fuerte ola de ese orgasmo me dejó cansado y a ella con espasmos. La fascinación que tuve por correrme en su mano fue lo más placentero que he podido sentir en mi puta vida. Ella me está consumiendo por dentro, me hace obsesionarme más de lo que estoy y eso es su culpa.

La fiesta se ha estado convirtiendo tortuosamente aburrida, la diversión debe comenzar. Seré rápido con esto, no quiero retrasarme tanto tiempo asesinando y dejando a Rose sola por estos sitios llenos de personas que podrían hacerle daño.

He asesinado antes; en el infierno tuve que sobrevivir y para eso debí matar a cualquiera que se atravesara en mi camino o intentara hacerme daño. La excepción era Anamelech que, por alguna razón siempre lograba salvarse de ser asesinado por mí o buscaba la manera de que no le hiciera daño. Además, he contado con las muertes de todas las personas de las que me alimenté hace poco y creo que eso será una ventaja más para mí.

Rose me dejó claro que estaría viendo los artefactos de la exhibición y que no preocupase. Le inventé que iría a buscar a Luka. Por cierto, no aparece por ningún lado y eso me hace creer que lo ha jodido.

Veo hacia el radar, la fiesta sigue con esa música tan suave que me hubiese gustado pasar toda la noche bailando con Rose pegada a mi cuerpo y respirándome por la nuca, diciéndome que yo soy todo lo que quiere en el mundo. Eso pasará pronto, no le dejaré una opción.

La rubia camina hasta la puerta alta de vidrio que se desliza cuando ella la mueve con sus manos, sale y yo me preparo para seguirla. Katerina Deloreanse es conocida como la tercera hija del matrimonio de Thomas y Diane. Sé todo eso gracias a las personas que murmuran sobre ellos en toda la fiesta; algunos critican y otros alaban.

Golpeo varios hombros al pasar, me tomo la molestia de cerrar la puerta de vidrio y avanzo hacia mi objetivo. El frio de la noche me da en la cara y el sonido del lago hace que me olvide de que hay una fiesta adentro. Ella saca un paquete de cigarros, coge uno y procede a encenderlo con un encendedor que saca de sus pechos, levantando un poco el vestido.

Una profunda calada sale de su boca, me acerco y parece que está muy entretenida viendo el lago. Me coloco a su lado y ella se extraña por mi presencia.

—Fumar es malo, ¿lo sabías? —comento, ella enarca sus cejas.

—Hay cosas peores que me podrían matar y, sin embargo, no lo han hecho —murmura, moviendo el cigarrillo entre sus dos dedos.

—Bueno, entonces si es así podrías compartir...

—¿Quién eres? —cuestiona.

—Un invitado más —simplemente contesto—. ¿No me vas a dar el cigarro?

Saca uno de la cajetilla y me lo entrega. Le pido que me dé el encendedor, con mucho gusto prendo el cigarro, dejando que la acaricie la colilla mientras que está alrededor de mis labios, luego le devuelvo su encendedor, dando una calada cuando lo retiro de mi boca con dos dedos.

No soy un fumador, pero vamos... tampoco era santo en el medio del infierno, y lo que más había eran cigarros y fuego, una perfecta combinación para los demonios que, con el placer y la nicotina de un buen puro, era su vida perfecta. Llegué a fumar varios cuando Anamelech me dejó por el simple hecho de que, tendría que probar las cosas buenas de la vida y no ser un niño asustadizo.

Daemon (Así mismo es el cielo como el infierno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora