Capítulo 25

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Capítulo 25

Daemon.

Una quemazón me recorre el cuerpo cuando inesperadamente una explosión me tira hacia un lado. El olor a quemado invade mi nariz y toso debido a el humo que entra en mis pulmones. Por otro lado, no logro más que ver la silueta de Luka tirada en el piso al igual que Mason que, estoy seguro de que se habrá desmayado. Todo a mi alrededor ha sido destruido, los muebles que hay en la gigantesca sala están en llamas.

No me pongo a pensar de donde ha venido ese fuego, simplemente porque no estoy para eso ahora. Con mi cuerpo lleno de dolor no asimilo si fue una bomba lo causante o es fuego creado de la nada. No me sorprendería tampoco. Trato de enfocar mis ojos, pero parece que humo está en contra de mí, debido a que me obstruye toda la vista y es como si se intensificará para que no pueda mirar.

Vuelvo a toser, sacando aire toxico de mis pulmones. Cuando por fin me estabilizo, la niebla disminuye para dar con un señor que me apunta con una escopeta. No me inmuto en moverme, sería inútil porque no tengo fuerza y prefiero que se viejo dé un discurso a que me tire balas por tirar.

—Oh, el hijo de Lucifer tiene cojones —la voz carrasposa de ese viejo me asquea sin alguna razón.

¿Por qué siempre tienen que estar nombrando a Lucifer? Que no lo hagan, es pesado y si creen que él es peor es porque no han conocido al verdadero yo. Puedo deducir que no quieren a mí, aunque soy de interés para ellos, pero intuyo que al que quieren es a mi padre. Si estuviera aquí, no me importaría entregarlo a esta manada de cazadores y demonólogos.

—El rey del inframundo tiene un sucesor tan débil —sigue.

—¿Y que ganas tú con que yo sea débil? —murmuro desde el suelo sin poder moverme—. ¿Qué? ¿quieres ser un demonio o qué? ¿quieres a Lucifer para cazarlo o para cosas egoísta?

—Los demonólogos no somos salvadores del mundo, solo hacemos esto por diversión, poder y distracción.

—Wow, ok, ¿entonces qué? ¿crees que conmigo tienes un pase para dar con Lucifer?

Detallo al señor de cabello gris, supongo que ya está en un estado de vejez que podría matarlo en cualquier momento. La escopeta sigue en sus manos, apuntando. Trato de acomodar mi cuerpo para poder contener del dolor que viene desde la cabeza hasta el abdomen. Quiero pararme para dar lucha. En los mínimos sueños voy a dejar que atrapen aquí otra vez y necesito estar en marcha con mi cometido y un viejo con ganas de hacer no sé qué con la maldad culpable de todo el mundo no me arruinará mis planes.

El calor abraza mi cuerpo y cuando logro apoyarme de mis codos, siento par de miradas a mi alrededor. El único problema es que no puedo verlos bien por la niebla y el fuego que se esparce por la sala. Pero se que son sus soldados, así que ruedo los ojos con molestia y él parece dar cuenta porque me sonríe con esa dentadura que podría caerse. Nota que estoy tenso y eso me enoja, pero mantengo la calma para no irme contra él.

No puedo hacer nada estúpido cuando tengo hombres en círculos apuntándome. Ahora más que nunca desearía que estos pendejos no se hayan desmayado, sin embargo, parece que están más allá que aquí. Así que voy a salir de esto solo. Y también espero que Luka se despierte porque no voy a cargar con su peso para salvador, en caso de que el imbécil no quiera, lo dejo aquí tirado a merced de cazadores.

Tampoco me percato de Mason que, ahora no está por ningún lado y el viejo no se a dado cuenta de que hay un traicionero, sino estuviera botando humo por las orejas. Mason es inteligente, aunque no pueda moverme con facilidad, mis ojos se desvían por un momento para ver su silueta y me da un gesto para que no diga nada. Se arrastra por el piso y se desliza debajo del mueble en donde no puedan verlo. Y gracias que el anciano no se ha dado cuenta.

Daemon (Así mismo es el cielo como el infierno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora