Capítulo 23 parte 2

33 0 0
                                    

Capítulo 23 parte 2

Rose.

15 horas antes.

Todavía estoy jadeando de placer, y mi cuerpo está lleno de lujuria. El cómo Daemon me ha tocado, simplemente fue asombroso y el hecho de que quiero que lo vuelva a hacer me hace ser una persona mala o ¿no? Aunque la ingenuidad e inocencia estén en mí, sé que esto se siente mal, pero ahora lo único que necesito es su intensidad dentro de mi cuerpo.

Todavía puedo sentir la sensación de sus dedos dentro de mí y, más aún, puedo escuchar la manera en la me hablaba para que yo cediera a rendirme porque sabía que me encantaba lo que estaba provocando. Eso me gusta: suplicar porque parece que a él le gusta el control y verlo o escucharlo ordenar, exigir, hace que más placer recorra por mi intimidad.

Esos minutos de gloria han sido increíbles que todavía puedo sentir humedad entre mis piernas, aunque Daemon se encargó de lamer cada gota de ese orgasmo que provocó en mí.

Daemon a desaparecido de mi lado no sin antes decirme que no me mueva de donde estoy. Tal vez quiere ver la colección de artefactos de esta familia o solo andar tranquilo sin mí.

Esta fiesta es estupenda, además de que he visto muchas cosas interesantes que me dan curiosidad de investigar. Todavía hay algo en mi mente que no está bien. Sinceramente estoy desconfiado, y es algo que debe ser así porque estoy con un chico que solo conozco hace dos mes y su amigo que, aunque me caiga bien, también tengo estas sospechas.

Igual, borro todas esas dudas por el hecho de que verdaderamente, en toda mi vida, estoy disfrutando de un poco de libertad. Muevo mis pies hasta unas de las vitrinas y observo un par de zapatillas de ballet a través del cristal. Están sucias y rotas, sin embargo, parece un arte que expresa el dolor y dedicación. Algo en profundidad.

Siempre me ha gustado el ballet, es un arte de movimientos entre mis piernas y la flexibilidad de mi cuerpo. Aunque no soy experta ni mucho menos fui a clases, le insistí a Agnes que me llevara a un estudio de baile en donde personas practicaban todo tipo de danza. Me maravillé con cada movimiento y como la gente se entusiasmaban con la música.

Fue a los trece, una de edad en la que tenía conflicto conmigo misma porque les decía a mis hermanos que tenía un amigo imaginario. Pero más que un amigo, era un compañero que me incitaba a hacer cosas. Además, siempre quise que fuera real, aunque solo fuese mi imaginación.

Volviendo con lo del ballet, fui varias veces a ese estudio y conocí a un chico, era o es lindo, hace meses que no lo veo, pero me hizo dar ánimos con mi voz. La primera vez que lo conocí, me dijo que mi voz tenía un potencial, y me recordó a que, en mi mente, o mi amigo de la imaginación, me decía eso muy seguido. Así que cada vez que ese chico decía algo lindo de mí, por alguna razón, siempre tenía que acordarme. Es algo tan tonto y una ñoñería del pasado, así que tuve que ocultar mi voz y no volver a cantar delante de ese chico. Así me concentré en el baile.

En cuanto a lo de mi voz, se podría decir que sé cantar, y me tomé el valor de aprender a entonar. Pero no es estoy segura de que es lo que quiero. La vida es así, tenemos todo el tiempo del mundo para saber qué es lo que en realidad queremos y no tener un futuro acierto no es nada malo. Las personas vamos adoptando personalidades y gustos diferentes cuando crecemos o en entorno a un lugar en donde estamos. Pueda ser que un día me guste el canto y el otro ballet. Si eso no es lo mío, pues tendré mucho tiempo para averiguar qué es lo que realmente me apasiona.

Volviendo a la realidad, siento que alguien se ha colocado de mi lado, observando las zapatillas de ballet. Volteo para observar a la persona que tengo justo cerca y me percato que es una chica, mucho más alta que yo, y sus rasgos asiáticos. Bajo la vista a hasta su vestimenta que me encanta porque lleva unos pantalones elegantes con un saco que le queda muy bien. Además de que porta una elegancia que me hace querer vestirme así.

Daemon (Así mismo es el cielo como el infierno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora