"En el infierno lo adorarán y en el cielo lo despreciarán"
Una guerra entre el cielo y el infierno se desatará. Daemon llegará para destapar todos los oscuros secretos del cielo y será el peor enemigo de Dios. Reconocido como el anticristo en la pro...
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Capítulo 19
Daemon.
Entramos, y lo primero que logro detallar es el enorme techo con unos candelabros colgando que hacen que el lugar se vea elegante y que la iluminación sea tan escasa, pero a la vez el lugar se mantiene iluminado, dando el perfecto contraste. Bastantes personas caminan y conversan alrededor, vestidos de una manera elegante y de gente con poder —así se ven lo que aparentan ser demonios con clase—. Una orquesta a un lado, tocando una melodía suave como para bailar en pareja.
Tomo a Rose de las manos para no perderla de vista. Se ve que está maravillada con el sitio. Esquivamos gente cuando caminamos. Luka viene detrás de nosotros, admirando a la gente. Algunos visten trajes con chalecos y guantes blancos, llevando bandejas con copas.
—Esto es muy hermoso —comenta Rose.
—¿Ya vieron a toda esta gente refinada? y si es hermoso —Luka le da la razón—. Oí que en el otro salón están los artefactos que coleccionan.
—¿Y qué objeto tan interesante tendrían ellos? —cuestiono mientras veo alrededor.
—La avaricia.
—Son objetos importantes para la historia y que lo tengan, los hacen importantes, ¿supongo? —presto atención a Rose, que habla.
—Pero en algún momento eso no existirá —replico.
—Ya, sin embargo, a la gente le gusta creerse demás por tener poder y avaricia —dice Luka.
—¿Poder? Sinceramente no entiendo a la gente que quiere valer del poder —suspira, apartando su cabello del hombro.
—A las personas les gustan tener sumisos, y esos los hacen sentir reyes. Quieren tener el control porque saben que tu irás de rodillas. Eso los hace sentir bien —contesto.
—Sí, pero algunos quieren actuar no de una manera que agrada —señala Luka—, Espera, ¿Por qué carajos estamos hablando de superioridad y poder?
—Porque estamos hambrientos de ello —es la respuesta de Rose para que los dos giremos hacia ella que da una sonrisa.
—¿Ya te he dicho que me caes bien? —bromea Luka.
—Sí, ya lo habías dicho.
—Deberíamos ir a ver la colección, tengo curiosidad —sugiere, señalando hasta donde están unas vitrinas atravesadas en el lugar.
—Después —lo miro para luego fijarme en Rose, que ríe.
—Bueno, no hay problema en ir. También estoy curiosa por ver.
