Capítulo 22

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Capítulo 22

Daemon.

El exceso de cansancio recorre mi cuerpo, me arde como si el fuego estuviera en mí. Me molesta la conciencia, la mente, todo, por ser tan estúpido y creer que, tendría la ventaja cuando todos, hasta ellos sabían que podían llegar a mí. Me he decepcionado de mí mismo por pensar que pasaría la prueba tan fácilmente.

Llegué a la conclusión de que, nunca subestimes a nadie sin conocerlo. En mi caso, no esperé más que una absurda pelea de diez minutos, sin embargo, se extendió cuando esa maldita inyección llegó contra mí. Yo era uno y ellos una familia entera que, a simple vista, se puede deducir que: si les haces daño a unos de ellos, pues... la tendrás que pagar.

Pero yo no me dejo vencer tan fácil, voy a cometer mis deseos porque es lo que he querido hacer desde hace mucho tiempo y unos putos demonólogos que solo se basan en sus conocimientos de enciclopedia, no me dejarán caer por simples golpes.

La manipulación es papel fundamental en estas situaciones, conlleva largas horas de practica y para inducirla con paciencia a esa persona puede desatar que, su cerebro se distorsiones por aparentes emociones. Funcionará, lo sé, nadie puede resistirse a mirar fijamente a alguien que carece de apariencia de un inocente.

Hablando de gente inocente, por mi mente llega la imagen de Rose. Oh, quería Rose, ¿Qué estarás haciendo en estos momentos? ¿pensando en mí? Porque yo si lo hago a cada segundo. Que ni piense en preocuparse porque yo no me rindo tan fácil y por motivos que tienen que ver con ella y obsesión de mantener vivo y completo solamente para ella, me hace saber que tendré la voluntad de poder salir de aquí.

La asfixiante celda en las que los hijos de puta me metieron se siente calurosa y oscura que, casi no logro diferenciar si la puerta está en la izquierda o en la derecha. Mis ojos cubiertos por una nublada vista gris. Los mareos constantes que me produce cuando trato de mover el mínimo músculo.

He intentado más de cinco veces pararme, impulsando poco a poco mi cuerpo, pero es inútil por el dolor que siento al moverme. No estoy asustado porque confío en mí, y no me dejaré vencer por un par de gentes. Pueden que tengan métodos para torturar, pero si creen que mantendrán como un rehén para su beneficio propio están en todo, menos en lo correcto.

Con tal, ya me deshice de uno de ellos, específicamente, a la chica esa, la rubia. Siento que casi no dio pelea, igual yo era mucho más fuerte, pero en ocasiones le rozaba lo astuta que era al pelear conmigo. El simple hecho es que está muerta y con eso me basta para saber que solo me falta unos pocos pasos a los siguientes.

Podría sentirme como un idiota por estar haciendo esto, por arriesgarme a morir, o ser convencido por Caín para que me metiera en problemas. Él no miente, ningún demonio lo hace, solo saben evadir la verdad ocultando los gestos que pueden delatarlos con mayor facilidad.

No confío en Caín como es debido, pero lo que sí sé es que, tiene razón y de seguro es conocedor de un perfecto plan para asesinar a Dios que llevaré a cabo cuando consiga deshacerme de toda esta mierda en la que me metió.

Solamente espero que Rose se haya marchado de aquí tan lejos, pero mi intuición me dice que sigue aquí mientras yo estoy en la celda. De tan solo pensar en que alguien le haga daño me hace poner tan frenéticamente violento y soy capaz de matar a cualquiera que se atreva. No pongo en dudas mis capacidades.

Debo de tratar de alejarla de aquí para que no salga herida, pero ahora me es imposible. No tengo la absoluta idea de cuánto tiempo ha pasado desde que luché contra Dominick que, me dejó bastante mal en cuanto a mi cuerpo. Me golpeó como si fuera un sucio demonio. Y no saben cuan molesto estoy, y no quiero destapar al Daemon furioso porque luego no me controlo.

Daemon (Así mismo es el cielo como el infierno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora