Capítulo 5

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Capítulo 5

Rose.

Me sorprendió ver a dos personas desconocidas hablando en la cocina, ya que es muy raro de que Agnes tenga visitas, de hecho, nunca hay. Mis ojos se posaron en el chico que estaba al lado del hombre de cabello rubio, ambos eran altos. Me fije de que el de cabello negro tiene una cara inexpresiva e inocente al mismo tiempo.

Después de prepararle el baño a Daemon, subo a la habitación de Ryan para despertarlo. Siempre tengo que hacer eso todos los días, ya que a mi hermano se le dificulta despegarse de la cama.

Ryan es mi mellizo, somos casi idénticos, él tiene el pelo azabache igual que yo, pero de estatura él me gana por mucho. No sabemos quién nació primero, así que Ryan decidió que él sería el mayor, aunque ambos tenemos diecisiete años. A veces es un pesado y sobreprotector, pero igual lo quiero mucho.

Abro la puerta de su cuarto y me tiro encima de él.

—Ryan... despierta —susurro. Está boca abajo.

—Nooo... quiero dormir otro rato más —balbucea con voz adormilada.

—Ya son las ocho de la mañana —lo aliento para que se levante.

—¿Por qué eres tan madrugadora? —cuestiona, levantándose de la cama, perezosamente.

Me gusta levantarme temprano, es una costumbre que tengo desde chiquita porque tenía pesadillas y estas fueron aumentando más cuando Agnes nos dijo que éramos especiales, que éramos nefilim. Solo éramos unos niños cuando nos dijo a todos nosotros. Al único que considero como mi familia de sangre es a Ryan, los demás convivimos como si fuésemos amigos y no hermanos.

—No te quejes, ni que fuera tan temprano —respondo.

Se acerca a la puerta a la puerta del baño y la cierra. Espero cinco minutos hasta que sale otra vez con su pantalón de pijama y su franela.

—¿Qué me preparas hoy de desayunar? —pregunta—, porque quiero pancakes.

—Está bien... pero me ayudarás —él asiente con la cabeza—. Y... ¿hablaste con Elijah?

—Sip, está en Alemania —contesta.

Elijah es igual que nosotros. Decidió irse a viajar por el mundo, mejor dicho, se escapó de aquí sin la autorización de Agnes.

Salimos de la habitación y bajamos a la cocina. Ryan se sorprende al ver a Daemon, que está al lado de Agnes mientras hablan.

—Por fin que te levantas —dice ella, mientras que Ryan va hacia la nevera—. Te quiero presentar a Daemon, él estará con nosotros de ahora en adelante.

—Bienvenido a la familia —masculla Ryan con indiferencia.

Daemon asiente con su rostro inexpresable. Puedo notar que lo suyo no es hablar, solo se mantiene ahí, como perdido en sus pensamientos. Sé que es difícil enterarse de que es un nefilim. Por lo que me dijo Agnes, al parecer está muy perdido en su propia cabeza y no tiene ni idea de cómo usar su don.

La voz de Amelie interrumpe mis pensamientos.

—Buenos di... ¿Y quién es este? —pregunta.

—Él es Daemon, y espero que lo trates bien, Amelie, ¿entendido? —le advierte Agnes.

Ella puede llegar hacer muy pesada cuando se lo propone, y habla demasiado, pero creo que entre ella y yo logramos establecer una amistad, no tan buena, ni cercana. A veces creo que me odia, no sé por cuál razón, no le he hecho nada malo, y ni siquiera le he faltado al respeto, pero no le doy mucha importancia. Ella cree que yo le hice algo cuando no es así.

Daemon (Así mismo es el cielo como el infierno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora