10. horario de visitas

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<< pov. jungkook >>

— ¡Eh, pero que carajo! — me queje cuando los guardias que me habían capturado en el puerto me lanzaron con fuerza al suelo. Cuando me levante e intente encararlos, ellos ya estaban del otro lado de las rejas, cerrando con llave y atrapándome aquí. — ¡Cabezas de mierda!

Las manos atadas no me ayudaban en nada, así que opté por patear los barrotes.

— Jungkook — una figura salió de la oscuridad por el pasillo, mirándome duramente.

— Taehyung — exhale. — Joder, amigo, dile a tus estúpidos peones que me saquen de aquí.

— ¿Cómo te atreves a hablar con esa ligereza cuando acabas de cometer la más grande de las traiciones hacia el reino? — espeto.

No pude haberle dedicado una mirada llena de más confusión. ¿Por qué de repente todos me reclamaban por ser un traidor?

— ¡No! ¿También tú? — gruñí. — No me han dejado de escupir sobre eso, pero no lo pillo, Tae, en serio que no. ¿Que coño creen que hice?

— ¿Cómo puedes hacerte el inocente, estando a estas alturas? — siseo, con desagrado.

— Taehyung, escucha — pedí, con molestia. — Yo ya estaba en mi barco. Estaba por irme, por levantar el ancla, ¡pero de repente se sintió un temblor de mierda y a los minutos se apareció tu ejército de descerebrados para arrestarme de la nada!

— ¿De la nada? ¿De la nada, dices? ¡Robaste el anillo de la armonía sabiendo perfectamente lo que significa!

Solté una risa amarga.

— ¿El anillo? ¿Me estás jodiendo, no? Mira, tal vez el sistema legal y de justicia haya cambiado en mi ausencia pero estoy seguro de que enviar a un inocente a encerrar no es uno de los pasos para atrapar a un delincuente. Te lo digo, Tae, tienen al hombre equivocado.

— ¿Cómo diablos explicas esto, entonces?

Taehyung se sacó un objeto del bolsillo y me lo mostró.

— Mi cuchillo... — musité, confundido.

— Estaba en la torre del anillo. Y el anillo no lo está más.

No entendía nada. Mi cabeza daba vueltas sin parar y me parecía irreal que el Taehyung lleno de furia y rabia que estaba frente a mí fuera el mismo que hace menos de una hora me había recibido con una sonrisa de cachorro.

— He cometido muchos robos, pero nunca hubiera pensado que me fueran a encerrar por uno que no cometí. Escucha... Yo no lo hice. Ese cuchillo... — intente buscar una explicación lógica. Suspire en frustración. — Ese cuchillo lo llevaba en mi cinturón el día de ayer, cuando atacó el calamar, pero lo perdí cuando caí al agua...

— ¿Qué? — Taehyung de desespero cuando deje de hablar, pues mis ojos se iluminaron en realización.

— Genung — sentencie. — ¡Genung me está inculpando! ¡Ella armó todo!

— Por Dios, Jungkook, ¡solo escúchate! — se alteró. — ¿La puñetera diosa Genung robo el anillo e hizo que te encarcelaran? ¿Es que ya te hizo perder la cabeza pasar tanto tiempo en el agua?

Me aferré a los barrotes.

— Créeme, Tae. El anillo está con ella. Habla con tu papá. Dile que no fui yo.

— Esto ya no está solo en manos de mi padre, Jungkook. El consejo y los embajadores de todos los reinos a la redonda ya están en los preparativos de tu juicio.

mar del este • jjk ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora