03. trato hecho

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<< pov. jungkook >>

El gran animal me sumergió y solamente pude ver las burbujas de mi último aliento subir a la superficie. Me bajo, bajo y bajo hasta que sentí que estaba a punto de perder el conocimiento.

Pero, de pronto, lo que sentí fue alivio al poder sentir aire entrar a mis pulmones otra vez. Caí sobre arena mojada, contra mis rodillas y mis manos. Jadeé intentando recuperar mi respiración normal pero me forcé a levantarme cuando vi una sombra negra por el rabillo del ojo.

Mire a mi alrededor. Solo había agua.

Era como estar en una burbuja de aire en el fondo del océano.

— ¿Qué caraj-

Cerré la boca cuando una mujer apareció de repente frente a mí, saliendo de una de las orillas de la burbuja. La observé estupefacto, pues aunque tenía un cuerpo, no lucia como una humana.

— Arruinaste mi día. Mataste a mi monstruo y no conseguí el anillo — hablo, con una voz melosa que pareciera ir siempre acompañada de una próxima risa puntiaguda. — ¿Qué haré contigo, ahora?

Llevaba puesto en vestido ceñido y morado, no muy acorde a la época. Su cabello largo y negro volaba al rededor de su cabeza, como si todavía estuviera sumergida en el agua.

— ¿Quién mierda eres tú? — cuestione.

— ¿No me reconoces? Vaya, haré como que no acabas de lastimar mi ego por segunda ocasión — rio, caminando a mi alrededor. De pronto, dos peces de un largo espantoso aparecieron a su lado. — Soy Genung. Diosa del caos y desastre.

— Creo que necesito un pellizco — musité, pues no había forma de que esto estuviera pasando fuera de mi cabeza.

— Hiciste explotar a mi criatura — continuó.

La seguí con la mirada, aún asombrado por el lugar al que me había arrastrado.

— Bueno, tu calamar quería comerme — dije. — Debe haber alguna laguna legal que ampare mi situación.

Ella solo río. Un sonido espantoso.

— Jungkook, ¿desde cuándo tú te riges por la ley y la autoridad? — preguntó, irónica. Fruncí el ceño al oírla decir mi nombre. — Te observó regularmente, ¿sabes?

— ¿Lo haces?

— Amo que no tengas empatía ni corazón para absolutamente nadie — río un poco más para luego pintarse  frente a mí y verme de manera profunda y suspicaz. — Te dejare ir, pero vas a tener que hacer algo por mí.

Empezándome a sentir sofocado aquí abajo, tuve que ceder.

— ¿A qué te refieres?

— Consígueme el anillo — dijo.

Negué.

— Lo siento, que ese es mío. Tengo planes con esa cosa.

— ¿Venderlo al mejor postor del puerto? — se volvió a reír. — Vamos, si me lo traes a mí te daré un tesoro equivalente a la riqueza de todas las realezas del mundo. Tendrás tanto dinero que no sabrás qué hacer con el.

Entrecerré mi mirada en su dirección.

— Suena intrigante — reconocí, — ¿pero lo vas a cumplir?

Genung rodó los ojos.

— Es un juramento — pronunció. Se corto el pecho con una de sus largas uñas y formo una cruz muy fina en su piel que se iluminó en un destello blanquecino por un segundo. Después me tomó del brazo y me hizo la misma marca en mi muñeca, pero a mí me salió sangre.

— Ah — me queje, pero ella no me soltó, sino que se llevó algunas gotas de mi sangre a su marca en el pecho, — pero que tétrico-

— Cuando consigas el anillo dirigite al norte para encontrarme — indicó.

— ¿Exactamente a qué distancia?

— No te preocupes — sonrió, — te darás cuenta cuando llegues. Solo son algunos días de viaje.

De repente, su imagen se volvió borrosa y yo me vi envuelto en agua de nuevo. Nade hacía arriba y, cuando por fin pude respirar, sentí unos brazos subirme de inmediato.

Tosí sin parar una vez que estuve de vuelta en mi barco. Al ver a Namjoon a mi lado, supe que él había sido quien me había subido.

— ¿Estas bien? — escuché a Hoseok.

— Mierda, pensé que esta vez de verdad no la contabas, hermano — dijo Jimin.

— Se necesitará más que un monstruo marino para que el mundo pueda deshacerse de Jeon Jungkook — sonreí.

— Que desgracia — bromeó Nam, dándome una mano para ayudarme a ponerme de pie.

— Pero, ¿y ahora qué? — preguntó Hoseok. — Se quedaron con el anillo — señaló al barco que ya iba bastante lejos de nosotros.

Mire al horizonte y me acerque a la orilla. Vi a Taehyung a lo lejos, y estaba sonriendo al ver que había sobrevivido. Lo observé alejarse cada vez más en su embarcación.

Me mire la muñeca. Tenía el pequeño corte en forma de cruz. La promesa de Genung... Había sido real.

— Tranquilos — dije, sonriendo, — sabemos a dónde lo llevan.

Me quede ahí descanso un poco, con el sol del atardecer en la cara y un sentimiento difícil de explicar en el estómago.

— ¿Qué estas planeando? — Nam se recargó a mi lado.

— Vamos de vuelta a Corea — respondí.

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TAN TAN !! qué tal los primeros capítulos?? aún no aparece nuestra protagonista, pero se viene a la vuelta de la esquina... 👀
si les gusto dejen su voto y algún comentario, en caso de tener algo que decir; gracias x leer!

— Sofía

mar del este • jjk ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora