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05. cuando eramos niños

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• 7 años •
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— Taehyung — llame a mi amigo, quien iba un par de pasos delante de mí, — ¿quién es ese niño?

Nos habíamos escabullido de la nana del chico para bajar a buscar bocadillos que llevar a nuestro día de campo, el cual habíamos ideado nosotros solos para ir a volar la cometa que mi papá me regaló de cumpleaños.

Taehyung dio un vistazo a donde señale.

— Es el hijo del cocinero — me explico. — Hace dos días intenté jugar con él, pero no contesto cuando le hable. Tal vez es mudo.

Fruncí el ceño.

— ¿Le dijiste que eres un príncipe?

— Aerin — Taehyung se detuvo de pronto, solo para decirme muy serio, — no seas elitista.

Y se dio la vuelta, siguiendo su camino.

¿Eti- Elitista?, me pregunte.

— ¿Pero qué fue esa palabra? — musité muy bajito, frunciendo mis labios.

Mire hacia atrás. El niño seguía ahí, sentado en una silla junto a la mesa por la entrada de la cocina. Me acerque de a poco haciendo resonar mis zapatitos rosados en el blanco suelo.

Al llegar a él, lo inspeccioné con los ojos bien abiertos. Al reparar en mí, dejó de quitarle la cáscara a una papa.

Su cabello era negro azabache y, cuando alzó la cabeza para verme, note que sus ojos eran muy grandes.

— Hola — salude, pero no hubo respuesta de su parte, así que continué. — Soy Shin Aerin. ¿Y tú?

El niño miró hacia el fondo de la cocina, como si lo hubieran estado vigilando.

— Jeon Jungkook — contestó, por fin.

— ¡Si hablas! — sonreí.

— ¿Eh?

— Mi amigo y yo... — señale hacia atrás, aún cuando sabía que Taehyung no estaba ahí, — pensamos que eras mudo.

— ¿Él... es tu amigo? — preguntó.

¡Aja! Entonces nos habíamos visto pasar.

Asentí varias veces.

— ¡Si! — exclame, y después baje la voz y mire hacia ambos lados, como si fuera a contarle un secreto. — Desde que estábamos en la barriga de nuestras mamás.

El niño pareció confundido. Tal vez aún no le decían de dónde venían los bebés...

— Pero... Él es un príncipe — dijo.

— ¿Quién te lo dijo? — cuestione.

— Mi papá.