mar del este • jjk ✔️

29. después de la tormenta

* de vuelta al presente *

<< pov. jungkook >>

Un par de días después del episodio de la tormenta, avistamos una isla y decidí llegar para atender los desperfectos que el barco había sufrido durante los últimos días de viaje. Toda mi tripulación obedeció mis órdenes de desembarque, menos una persona.

— No podemos detenernos. Taehyung nos necesita — alegó Aerin, siguiéndome de cerca por las escaleras de camino a la popa. — ¡No estamos en condiciones para perder tiempo!

— Tenemos que parar y arreglar el barco para seguir navegando.

— Pero-

— Escucha — me giré hacia ella con un giro brusco que la hizo tener que detenerse de golpe para no estrellarse contra mi pecho, — si no nos detenemos para arreglar los daños vamos a terminar esta misión en el fondo del océano, ¡así que guarda silencio y déjame dirigir mi barco!

La chica me miró con los labios y la nariz ligeramente fruncida. Cuando no me contestó, sonreí hacia mis adentros, orgulloso de haber logrado que se callara. Nunca había sido una tarea fácil, pero ahora parecía que la había convencido (aunque seguramente encontraría algo más con lo que desafiar mi autoridad de capitán, aún así).

Desembarcamos media hora después, en la orilla de la playa. Namjoon y Jimin se encargaron de asegurar el barco y todos los demás fuimos saliendo en fila hasta pisar tierra firme por primera vez en varios días. El sol estaba radiante y parecía ser una isla llena de una variedad increíble de flora y fauna. Las palmeras eran enormes y su frondosidad se veía prometedora.

Me encamine a ver el frente del barco.

— Busquen algo de savia para llenar las grietas — ordene. — Y tenemos que poner esa vela de vuelta en su lugar. Tal vez haya sogas extra en algún lugar de la bodega, pero sino, tendremos que ponernos ingeniosos con lo que podamos encontrar aquí.

Una vez que todos se pusieron en marcha para trabajar, miré alrededor y me encontré con Aerin viendo hacia el espeso conjunto de palmeras de la isla, con sus manos extendidas sobre sus ojos para hacerle sombra y así evitar que los rayos del sol le dieran en la cara.

Me acerqué a ella, con cautela.

— ¿Habrá alguna laguna en esta isla? — preguntó cuando llegué a su lado, pero sin girarse a verme.

Me encogí de hombros.

— Seguramente si.

Ella asintió y empezó a caminar.

— Volveré en un rato.

— Eh — la alcance y detuve su paso al tomarla del brazo, — ¿a dónde crees que vas?

Se soltó de mi agarre y me miró como si darme explicaciones fuera lo más agobiante del mundo.

— Ya que estaremos aquí varados por horas, me gustaría ver si puedo tomar un baño, ¿bien? Buscaré un cuerpo de agua. No quiero hacerlo en la playa a la vista de todos.

Negué con la cabeza.

— No puedes andar por tu cuenta en un sitio como este. No conocemos el lugar.

— Puedo cuidarme sola, Jungkook.

Y empezó a andar de nuevo, sin haber puesto ningún reparo en mis palabras. Rodé mis ojos, viéndola partir. Eché un vistazo hacia atrás y vi a los chicos trabajar en el barco. Estaban todos ocupados y yendo de aquí para allá, inspeccionando y arreglando las raspaduras en la carcasa.