11. culpable de traición

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<< pov. aerin >>

A la mañana siguiente, todos estaban llenos de inquietud y miedo. Por la cara de todos, pensé que nadie había podido dormir bien. Gracias a la incertidumbre de que algún desastre más se pudiera presentar, todos en el palacio habían sido llevados a dormir en uno de los cuartos subterráneos cuya existencia se había planeado ante la posibilidad de esta clase de situación.

Sina no vivía en el castillo pero Taehyung había ayudado para que pudiera quedarse conmigo.

— El ambiente es tan tétrico — opinó ella, una vez que estuvimos de camino al tribunal donde sería el juicio. — ¿De verdad no te dijo nada en la visita que le hiciste anoche?

Ella me ayudó a escabullirme de los guardias para poder bajar a ver a Jungkook hasta los calabozos.

— No — sacudí la cabeza, — lo negó todo.

— Bueno, ¿y nos consta en serio que fue él? Te dio un muy buen punto con eso de que no tenía tiempo para conseguir el anillo-

— Escuchaste a Taehyung, Sina. Encontraron su cuchillo en la torre.

Ella suspiró.

— Eso si — alzó sus cejas en un leve gesto de aflicción. — Aún así, me da lastima. Mira que tener un juicio con todos los embajadores... Todos están furiosos.

— Y no es para menos — dije. — ¿No has visto a Taehyung?

Sina negó.

— No desde el desayuno.

Al llegar, mi amiga fue a tomar asiento en una de la bancas céntrales mientras que yo camine hasta los lugares a un lado del consejo. Solo un nivel abajo.

El rey no tardó en aparecer y tomar su lugar en el centro del tribunal. Todo el consejo ya estaba aquí pero todavía había un asiento sin ocupar a mi lado.

Antes de que pudiera levantarme para buscar a Taehyung, las puertas se abrieron y un séquito de guardias se adentró custodiando a Jungkook hacia su silla. Debido a su aspecto, pensé que él tampoco había dormido bien.

Nuestras miradas conectaron, pero yo desvié la mía. Entrelace mis dedos encima de mi regazo, nerviosa por el posible resultado.

¿Sería capaz de verlo recibir una sentencia que fuera a acabar con su vida?

El interrogatorio no tardó en comenzar. Tomó nivel rápidamente y no tardo en acalorarse. El acusado no dejaba de negar lo que intentaban adjudicarle y el público entero se mostraba en atónito semblante ante su audacia.

— ¡Basta de mentiras! — gritó el rey. — ¡Danos el anillo de una vez, Jungkook!

— ¿Cuántas veces más van a querer que se los diga? — suspiró él. — ¡Yo. No. Lo. Hice!

— ¡Patrañas! ¡¿A qué regresaste a Corea?!

— ¡Para está mierda no, eso se los aseguro!

— Se nos termina la paciencia, muchacho...

— ¡Y yo me canso de decirles que no me robe ese estúpido anillo!

mar del este • jjk ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora