La semana paso sin más inconvenientes, bueno, solo nos llegamos a enterar que el doctor Carther fue despedido.
Por lo que escuche, la junta pensó en destituirlo pero con la agresividad que mostro y la marca en el brazo de Kate, tomaron la decisión de despedirlo.El abuso de poder es demasiado peligroso.
El libro seguirá su rumbo, no se quitara nada aunque él lo deseé fervientemente, al final del día él acepto contribuir en el libro y los términos estaban escritos al lado de su firma.
Así que al parecer están en busca de un nuevo director para ese departamento.
Paso otra semana, una en la que me concentre en mi trabajo, no evite ningún lugar, solo espere que mi vida siguiera su rumbo y sabía que para lograr eso tenía que asumir que iba a verlo bastantes veces y así fue.
Lo vi por los pasillos, trabajando en cirugías con los demás doctores, en el elevador, pero la única diferencia es que no le daba ninguna atención...o lo intentaba, si soy honesta.
Intentaba que viera que no me afectaba cuando la verdad era que mi piel picaba por tocarlo o por reírme con él de nuevo.
No lo veía directamente pero si de reojo y después me alejaba a hacer otra cosa, asumiendo y aceptando que la única relación que podía haber entre nosotros era estrictamente profesional.
No me había animado a ir a plástica todavía, en Cardio no me importaba estar con la doctora Bekler, la verdad es que nos ignorábamos mutuamente y solo nos enfocábamos en el ámbito profesional y he de admitir que es impresionante ver un corazón en vivo y directo.
Pero había un lugar al que todavía no iba y sabía que tenía que terminar con esto así que me dirigí a plástica de una vez por todas.
Camine por el hospital.
Es jueves y el día amaneció haciendo más frio de lo común, ¿o es simplemente que hoy amanecí muy friolenta?
Seguramente es la ansiedad y el desagrado haciendo de las suyas en mi cuerpo.
Camine al departamento de Plástica y me acerque a una enfermera.
-Buenos días, busco a la doctora Perssley.
Ella señala con su pluma y yo sigo la dirección con la mirada y la veo parada hablando con una interna.
Se profesional, no prestes atención a nada más.
Respiro profundo y camino hacia ella.
-Buenos días.
Saludo cordial y me enfrento con la mirada de Dayana, me mira sorprendida pero inmediatamente una sonrisa aparece en su rostro.
-¿La puedo ayudar en algo?
-Solo quiero observar su trabajo.
Ella asiente y empieza a caminar y a revisar a algunos pacientes.
-Me gustó mucho el restaurante al que fuimos, ¿cómo se llamaba?
Levanto la mirada de mi libreta y ella me mira con una sonrisa brillante en el rostro.
-He ido con Vosk varias veces desde entonces.
Solo asiento.
No comento nada, ni mi rostro cambia de la seriedad, una cosa que he perfeccionado de a poco o aprendido de alguien más.
Ella vuelve a abrir la boca pero su aparatito empieza a sonar.
-Trauma.
Mi corazón da un salto equivocado.
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Derramaré Tinta
Genç KurguEste libro es la segunda entrega del primer libro titulado ENTRE SANGRE Y TINTA. Es necesario leer el primer libro para entender este. (~) Sería fácil asumir que las heridas sanan con el tiempo y que las desiciones q...