CAPÍTULO 31

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No hay medicina, solo cura.

Dos cosas completamente diferentes porque curar implica mucho más que unos químicos comprimidos hasta ser pastilla a la que todos le decimos medicina sino que curar implica un proceso de recuperación, de tiempo, de esfuerzo y sumo compromiso.

Sé perfectamente que él puede ser mi cura porque es lo suficientemente obstinado para serlo.

Lo miro a los ojos en esa silenciosa habitación, lo observo con detenimiento y apreciando cada rasgo de su rostro, como sus ojos me miran con atención, como si entendiera que no soy tan fuerte.

Me levanto del sillón y camino de un lado a otro intentando poner mi mente en blanco y que esta no se vea abrumada con su presencia o por sus palabras porque eso es lo que pasa con Vosk, cada vez que intento ser racional y coherente con él...es solo verlo y querer besarlo.

Que no crea que debamos estar juntos no significa que no quiera que estemos juntos.

-Creo que empiezo a comprender porque decías que no me merecías-lo miro a los ojos y él se levanta y niega con la cabeza.

-No es lo mismo Haler.

-¿No?-ladeo la cabeza mirándolo con intriga.

Él niega con la cabeza y se pone frente a mí, no nos tocamos, hay un buen espacio entre nosotros pero nuestros ojos nunca abandonan los del otro.

-¿Por qué decías que no me merecías Vosk?

Me mira serio y aprieta la mandíbula con fuerza, le molesta el hecho de que le pregunte, pero él me ha dicho el por qué, los dos lo sabemos.

Quizá y somos más parecidos de lo que creíamos.

-Me dijiste que es porque nos conocemos a nosotros mismos...

-No puedes decirme eso Haler, no puedes adueñarte de mis palabras y pensar que eres igual.

Trago con fuerza al ver la furia y la severidad con la que me mira.

-¿Qué pasa si...si soy la mala entre los dos?-miro hacia otro lado-.¿qué pasa si arruine todo con mi orgullo?, ¿qué pasa si no soy verdaderamente lo que tú necesitas, si no soy suficiente?

-Eres suficiente.

Lo miro y niego con la cabeza con las lágrimas aglomerándose en mis ojos.

-No lo sabes-susurro.

-Eres lo que necesito.

-¿Cómo lo sabes? No lo sabes, míranos, mira toda nuestra historia Vosk.

-No me voy a rendir.

Aprieto la mandíbula y niego con la cabeza.

Mi teléfono empieza a sonar y yo suspiro con alivio, se me estaba acabando la energía de luchar contra él.

Paso por su lado dirigiéndome a la silla donde dejé mi bolso, saco mi teléfono, contesto apretando los ojos y tomo una respiración profunda.

-¿Diga?

-Hola iza, ¿cómo estás?

-Estoy bien Gion, gracias.

Veo de reojo a Vosk mordiéndome el labio inferior cuando veo como aprieta las manos sin despegar su mirada de mí.

-Siento mucho lo que paso,, estoy de guardia y pasé a ver a los dos Tayler-se ríe al decir esto-. Están bien y pensé que te gustaría saberlo.

Veo la hora en mi reloj, diez y tres minutos de la noche, hace dos horas que deje a Tayler dormido.

Derramaré TintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora