Derramaré Tinta

CAPÍTULO 47

Llego el viernes.

Un día tan esperado como temido.

Lo esperaba con ansias porque sé perfectamente que es un día importante para Dimitri, digo, ¿cuándo te nombran director de uno de los mejores hospitales del país?

Me encanta estar a su lado en momentos como este.

Me alegra saber que ha llegado tan lejos por su talento e inteligencia y sé perfectamente que será, y es, el mejor jefe.

Tiene todas las cualidades necesarias y pienso apoyarlo en este nuevo camino que nos espera.

Nos espera porque ahora también será mi jefe.

"Me encanta la idea, no puedo evitarlo".

Me veo en el espejo de mi habitación y le sonrió a mi reflejo, mi maquillaje es sofisticado para un evento de noche, mi pelo está recogido en un chongo lo que favorece mucho a mi vestido negro ya que se ata a mi cuello y deja la espalda descubierta, me gusta cómo se amolda a mi figura resaltando mis curvas, es sencillo y elegante, perfecto para la ocasión.

Camino descalza por la habitación buscando mi bolso y cuando lo encuentro empiezo a cambiar mis cosas del otro bolso a ese.

Me pongo mis tacones negros y esto lista.

Escucho la puerta de entrada abrirse y mi corazón se acelera como un loco.

Salgo corriendo asustada y cuando llego al recibidor me cubro la boca sin poder creerlo.

-¡No puedo creerlo!-grito sorprendida.

Tayler entra con la ayuda de su mamá, me apresuro a ayudarlos colocándome al otro lado de Tayler para que también se apoye en mí.

-¿Adivina a quien dieron de alta?-dice con una sonrisa y yo siento un nudo en mi garganta.

Lo ayudamos a sentarse en el sillón, cuando está ahí veo al techo y parpadeo varias veces sin querer que el maquillaje se estropee.

-No puedo creer que no me lo hayas dicho-lo acuso cuando logré tranquilizarme.

-Me dijo que quería darte una sorpresa, yo pensé igual que tú siendo sincera-dice la mamá de Tayler y me abraza.

Me toma de los hombros y me observa por completo.

-Estas guapísima-dice y yo le sonrió en gratitud.

-¿Ya te vas a la cena?-pregunta Tayler acomodándose en el sillón y yo asiento.

-Dimitri llegara en cualquier momento-le informo con una sonrisa, él me mira y me guiña un ojo.

-Me alegra tanto tenerte de vuelta aquí-le digo honestamente sentándome a su lado y él me abraza.

-A mi también, ya no podía soportar un día más ahí, aunque hubieran médicos guapos-dice haciéndome reír.

-Ya estás aquí-le digo separándome y él asiente.

-No pienso irme a ningún lado-dice y luego piensa mejor en lo que dijo-bueno, tenemos que ir a inaugurar el nuevo restaurante-alza las cejas emocionado y yo asiento.

-Tenemos que ir, pero para eso falta un poco.

Él asiente.

-Sí, con el accidente se retrasó un poco el proyecto, pero ahora más que nunca pienso que todo marche a la perfección.

El timbre suena y veo hacia la puerta.

-No intentes correr, tómatelo con calma-digo mientras me levanto.