CAPÍTULO 9

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🎶 Silhouette-Aquilo.
Pov Vosk.

La noche parecía eterna y mis demonios no me dejaban estar tranquilo.

Miraba por la ventana el patio de una casa solitaria y sin vida, hacia una fuente que no estaba encendida en la que pedí mucho deseos cuando era niño.

Tomo el vaso de whisky y le doy un sorbo, sintiendo el líquido bajar por mi garganta.

La casa estaba silenciosa y en penumbra.

Solo se escuchaba los grillos afuera y un silencio del que me he acostumbrado por años y desacostumbrado por días.

Días en los que ella estaba a mi lado.

Escucho un celular sonar y me giro buscando el sonido en la sala de espera.

Me acerco al sillón y veo que viene del bolso de liza.

Lo abro y saco el celular y esté vibra con fuerza en mi mano.

La pantalla brilla con fuerza, veo una foto en la que sale Liza sonriendo y un hombre besándole la mejilla y en la parte superior aparece el nombre de quien la está llamando, Tayler.

Sé que si no contesto, aunque se perfectamente que no es lo adecuado, él estará preocupado y quizá  llame a la policía.

-Teléfono de Liza, habla Vosk.

-¿Dónde está?

-Está bien.

-Ella no puede estar bien a tu alrededor, quiero hablar con ella, pásale el teléfono.

Aprieto la mandíbula porque es de lo que me he intentado convencer estos últimos días.

-Ella no puede contestar ahora.

-Voy a ir por ella.

-Yo no voy a dejarte entrar.

-¡Maldito carbón, no vez todo el daño que le has hecho!

Aprieto la mandíbula y veo a mi alrededor.

-Ella está bien, la llevare a su casa en la mañana.

-¡Voy a llamar a la policía si no me dejas ir por ella!

Veo por la ventana y tomo otro sorbo de mi whisky.

-Solo acepte la llamada para que supieras cómo esta y con quien.

-¡Ella te odia, te quiere lejos!

Aprieto el teléfono con fuerza en mi mano y cuelgo.

-Lo sé.

Apago su celular y subo a mi habitación.

Sintiendo el peso del cansancio, del físico y mental.

Entro en la habitación y la veo dormida en mi cama, me quedo ahí, sentado en una silla, sin tocar la cama, sin tocarla porque aunque por dentro muera por hacerlo sé que no es correcto.

-Sé que me odias, sé que hice todo mal contigo pero te dije que te mantuvieras alejada, aun cuando no lo quería.

Veo sus pestañas rozar sus pómulos y como su pecho sube y baja, sus labios entre abiertos y una tranquilidad en su rostro.

-Siempre he sido inestable contigo.

y no puedo permitírmelo, ni que tú lo sepas.

-Solo espero que algún día...

Trago saliva con fuerza.

-Puedas verme otra vez como lo hacías, aun si eso significa que no estemos juntos.

Derramaré TintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora