🎶Twice-Little Dragon.
No puedo hablar, simplemente las palabras no salen de mi boca y honestamente no puedo formular nada coherente.
Porque ahora todo cambia, otra vez.
Tendré literalmente que lidiar con mis demonios.
-¿Iza?
Levanto la cabeza y me encuentro con los ojos preocupados del director, pero no sé cómo reaccionar con esta noticia.
Quiero ser profesional y combatir con lo que tenga que lidiar pero me siento tan sobrepasada emocionalmente que me asusta perder el control.
-Okey.
Es lo único que logro decir, no puedo decir nada más, no sin decir más de lo que he razonado hasta ahora, que no es mucho, más bien nada en lo absoluto.
Todos me miran pero yo logro mantenerme neutra, seria, por lo menos es algo que aprendí de él.
-Si eso es todo, tengo mucho trabajo que hacer.
Saco otra vez esa sonrisa que me rompe por dentro, esa que no quería despolvar, esa que estaba enterrada con un pasado que no quiero recordar.
-Sí, eso era todo.
Dice el muy pronto jubilado director.
Asiento.
Me levanto con elegancia y camino hacia la puerta, con el corazón latiendo en mis odios, abrumándome y cazándome a donde vaya y quiero abalanzarme a la puerta y abrirla pero logro mantener la compostura hasta que mi mano toma la perilla y la gira, abriendo la puerta.
-Ah, ¿y liza?
Me giro hacia el doctor Valez de una manera robótica.
-El doctor Vosk me dijo que se quedara en guardia esta noche, muchas gracias.
Giro mi cuello con rapidez al doctor Vosk intentando encontrar en su rostro una sola pista de que es lo que quiere conseguir con todo esto.
Respiro profundo, muy profundo porque si no en cualquier momento asesinare a alguien, perderé el control y destrozare todo a mi paso, como un huracán en pleno descontrol.
Asiento ya que temo demasiado abrir la boca y gritar fuerte, muy fuerte todo lo que pasa en mi interior.
Salgo cerrando la puerta a mi espalda, camino rápidamente a mi oficina, al entrar y estar segura de estar sola empiezo a jugar con el reloj de mi muñeca y camino de un lado a otro, sin saber cómo reaccionar, si hacerle caso a mi instinto y salir corriendo de aquí y jamás volver.
Me toco la frente y cierro los ojos.
No salí en toda la mañana con la excusa de quedarme ahí escribiendo, pero la verdad es que me quede pensando en lo que paso, caminaba de un lado a otro, me sentaba en la silla, veía la vista que me daba la ventana, intente escribir como unas cien veces, esforzar a mi mente a concentrarse en lo importante pero nada lograba quitarme la sensación tan pesada del pecho, esa incomodidad.
Entonces la noche cayó y no podía seguir escondiéndome, no aunque quisiera porque mi verdadero turno empezaba ahora, el director siempre me dijo que podía quedarme en la mañana si quiera pero siempre que trabajara de noche mi responsabilidad era la noche.
No tuve la oportunidad de hablar con Anne, ella estaba muy ocupada y yo, yo ni siquiera tenía ganas de hablar.
Tomo el elevador y bajo a Trauma.
Al entrar veo como todos se mueven de un lado a otro, sabiendo que es el área que nunca duerme.
Veo a Dav atendiendo a una señora y me acerco a él.
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Derramaré Tinta
Genç KurguEste libro es la segunda entrega del primer libro titulado ENTRE SANGRE Y TINTA. Es necesario leer el primer libro para entender este. (~) Sería fácil asumir que las heridas sanan con el tiempo y que las desiciones q...