Derramaré Tinta

CAPÍTULO 39

Mi conciencia despierta lentamente, parpadeo varias veces, me estiro lo más que puedo pero me paralizo de inmediato cuando siento un brazo en mi cintura y un cuerpo caliente a mi espalda.

Mi corazón se acelera como un loco en mi pecho y todos los recuerdos de la noche anterior empiezan a aparecer, uno tras otro.

Sus besos sobre cada pedazo de mi piel, sus manos aferrándome con cuidado pero firmemente, sin quererme dejar ir, su cuerpo unido al mío en una magnificencia absoluta.

Sus ojos conectados a los mios en cada segundo diciendo y expresando tanto.

Una inevitable sonrisa aparece en mi rostro.

Me volteo cuidadosamente, cuando entra en mi zona de visión lo que veo me roba el aliento, me quita toda noción y solo me puedo observarlo, me permito verlo en esta faceta pacifica, donde se le ve tranquilo, donde se siente cómodo.

Me muerdo el labio inferior cuando mis ojos viajan por su pecho desnudo, firme y musculoso, suben por su cuello, sus gruesos labios, y hago el mismo camino de regreso viendo es v marcada y luego...la sabana lo cubre.

Paso las yemas de mis dedos por su bícep y lo acaricio sutilmente, apreciando lo fuerte que se siente bajo mi toque.

-No me tientes.

Mis ojos vuelan a su rostro y lo noto observándome con una sonrisa ladeada.

Le sonrío y me acerco a sus labios.

-¿Yo? No me atrevería.

Lo beso lentamente pero para él eso no es suficiente asi que me toma de la nuca y profundiza el beso, pasó una de mis piernas por encima de su cadera y él se sienta, uniendo nuestros pechos él pasa sus manos con lentitud por mi espalda, erizando mi piel.

Su boca baja a mi cuello y yo cierro los ojos, disfrutándolo.

-Me vuelves loco.

-Tú me vuelves loca.

Él sonríe sobre mi piel y yo no puedo evitar imitarlo, da rápidos besos a mi cuello hasta que regresa a mis labios y me besa con fervor,  tomándose su tiempo.

Se separa y yo frunzo el ceño a lo que él ríe y mi corazón no puede evitar saltar ante ese sonido.

Lo veo con suma atención sin quererme perder ni un solo minuto de eso, cuando él lo nota me mira con una sonrisa y acaricia mi majilla con su mano.

-Te extrañe-asiento afirmando mis palabras-mucho.

Su sonrisa pierde un poco de fuerza y él asiente.

-No tienes una idea de la falta que me hiciste Haler.

Dejo caer mi mejilla contra su palma y cierro los ojos, disfrutando de este tierno contacto.

Pero es inevitable la pregunta que viene a mi cabeza.

"¿Ahora qué?"

Me tenso porque no quiero arruinar el momento pero tampoco quiero irme de aquí sin saber en dónde nos encontramos, en que parte del puente estamos parados, ¿pasamos los escombros que dejo el pasado?, ¿salimos por completo y nos encontramos en  un lugar estable?, ¿juntos?

Abro los ojos y lo encuentro mirándome con el ceño fruncido.

-¿Qué pasa Haler?

Me quedo un momento en silencio y respiro profundo.

-¿Qué pasara después?

Vosk frunce el ceño sin entenderme y yo me levanto de la cama aferrando la sabana a mi cuerpo.