CAPÍTULO 33

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Todos los doctores se retiraron de la habitación hace algunos momentos, Tayler ha estado hablando de que todo va bien en el restaurante y que el nuevo gerente ha estado haciendo un buen trabajo y yo solo asiento.

-¿Qué te pasa?

Miro a Tayler y frunzo el ceño.

-Nada.

Me mira alzando una ceja.

-Mentirosa.

-Solo que tengo muchas cosas que hacer y estoy un poco abrumada, ya sabes como soy.

Me mira y niega.

-No es eso.

¡Demonios!

Claro que no es eso pero cómo te digo todo lo que pienso, si en realidad todo gira en torno a Vosk.

-No, me preocupa dejarte el viernes por la noche, incluso se sentirá súper raro no tenerte ahí en el restaurante.

No es totalmente mentira.

Acuna mi mejilla con su mano y la caricia con su pulgar mientras me mira directamente a los ojos.

-Voy a estar bien y asi me ayudas a ver que tan bien lo está haciendo el chef que deje a cargo y el gerente en un evento tan grande.

-Tayler...

Lo miro severa y él niega con su cabeza sonriendo.

-No te preocupes por mí, tienes a tantos amigos aquí que me han consentido como a nadie, tan solo el director se involucró en mi caso.

El director...

-Asi que cualquier cosa...-me pongo tensa-. Que no va a pasar, te llamaran, lo sé, me cuidaran bien, soy encantador.

Mueve sus cejas seductoramente y yo lo golpeo juguetona en el brazo sano y me rio.

-Aparte estarás tan distraída que dudo que te acuerdes de mí.

Lo miro mal y él levanta su brazo.

-Solo bromeaba.

Le sonrío y beso su mejilla.

-Hagamos esto, porque no te vas y das unas vueltas por el hospital, trabajas un poco y luego regresas.

-No, ya el viernes...

Me interrumpe poniendo una mano en mi boca haciendo que yo levante las cejas sorprendida pero no digo nada.

-Estas aquí en el hospital, me puedes venir a ver en una de tus vueltas, asi aprendes a despegarte un poco de mí, aunque sé que es imposible.

Me guiña un ojo y yo ruedo los míos.

-Anda ve, asi también me das espacio para ligarme a uno de eso médicos guapos que hacen rondas por aquí.

Abro la boca y él se encoge de hombros, me mira juguetón pero sé mejor que eso, sé que está intentado tranquilizarme y una parte de él parece incluso culpable, sí lo hace sentir mejor que vuelva a mi rutina, ¿no es ese el punto de todo?, ¿qué este mejor?

-Bien.

Me levanto pero lo señalo con mi dedo.

-Cualquier cosa Tayler, traigo el teléfono conmigo, diles todo lo que sientas a las enfermeras, no seas terco, es enserio.

-Sí, señora.

Le sonrío y asiento.

Salgo de su habitación y camino por el hospital sintiendo que todo poco a poco vuelve a la normalidad, lo que parece totalmente extraño.

Derramaré TintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora