Derramaré Tinta

CAPÍTULO 37

🎶Slow Down-Lyrah.

La vida está llena de sorpresas.

Es un factor que no cambia, es un hecho, siempre en la vida nos encontraremos con cosas y personas que no esperábamos.

Yo no esperaba volver a hablar con mi hermano, ni siquiera verlo aun cuando cada fibra y célula de mi cuerpo me exigía ir a ese pueblo del que salí con todo en mi contra.

Asi que nunca imaginé, ni siquiera me plantee la idea de poder abrazarlo como lo estoy haciendo en este momento, nunca me permití pensar en que habría una oportunidad en esta vida en la que pudiera volver a retomar mi relación con él, pero como dije, la vida da muchas sorpresas.

Me separo de él y nos miramos a los ojos y sonreímos, sintiendo un poco de esa conexión que teníamos, haciéndome recordar de esos momentos que compartíamos antes, cuando íbamos al cine o cuando jugábamos con alguno de sus videojuegos y pasábamos horas riendo.

Ha pasado tanto tiempo y aun asi esa sonrisa me hace creer como si no hubiera pasado nada, que aunque ya no nos parezcamos y hayamos cambiado nuestra relación y cariño pueden no estar completamente perdidos.

Respira profundo y me acaricia la mejilla con su pulgar con mucha ternura.

-Será mejor que me vaya, necesitas descansar y planeo quedarme unos días para poder estar contigo.

Asiento y le sonrío.

-¿Nos vemos mañana?

La ilusión en mi voz me sorprende pero no la intento ocultar, me agrada tenerla.

-¿A la misma hora y aquí?

Asiento y él asiente sonriéndome, se aleja de mí y camina hacia la puerta, yo lo sigo, me quedo en la puerta de mi oficina viéndolo ir al elevador, entra y se despide con la mano y yo hago lo mismo hasta que las puertas se cierran.

Respiro profundo y recargo mi cabeza en el marco de la puerta.

Veo el pasillo y noto que la puerta de Vosk aún está abierta.

Me separo de la pared y camino hacia su oficina, veo el interior notando que está vacío, su escritorio tiene la lámpara prendida pero no hay nadie, escaneo el espacio a mi alrededor pero no lo veo por ningún lado.

Seguro que lo llamaron por alguna emergencia.

Doy un paso hacia mi oficina pero en eso la puerta de la sala de examinación que tiene unida a su oficina se abre y lo veo salir con el ceño fruncido mientras ve un montón de papeles que tiene en sus manos.

Parece ocupado, doy un paso hacia mi oficina con toda la intención de irme y no molestarlo pero siempre se me olvida lo perspicaz que es y cómo esta tan al pendiente de su alrededor aunque no lo parezca porque justo ese movimiento mío llama su atención.

Me mira con curiosidad y yo le sonrío.

-Hola.

Es lo único que digo y me siento nerviosa y ni siquiera sé porque.

-¿Tu hermano ya se fue?

Ve su reloj y luego a mí con él ceño fruncido.

-Se acaba de ir.

Asiente y aprieta la mandíbula como si quisiera preguntarme algo pero se abstiene de hacerlo y eso no me gusta.

Camina a su escritorio y deja los papeles encima pero no se sienta en su silla, pone sus manos encima del escritorio y esta tenso.

-Yo...

Levanta la cabeza y trago con fuerza al ver esos ojos grises que me matan, me desase la manera en la que me mira, como si le estuviera costando mantener el control, asi que decido hablar con él, al final, yo vine con esa intención.