CAPÍTULO 34

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La noche ha caído en el hospital Branden y me duren los pies de tanto caminar, he ido y venido de un lugar a otro poniéndome al corriente con todo.

Solo quiero llegar a mi casa y dormir.

Salgo junto con la interna Zara de una operación de Anne y me quito toda la vestimenta quirúrgica, no sé porque ponerme esa vestimenta me hace sentir...rara, me provoca una sensación de responsabilidad, de que las cosas que pasan en ese quirófano pueden llevarte a lugares de los que no hay vuelta atrás, te recuperas o no.

-Cada vez siento que cirugía general es lo mío.

Zara afirma con una sonrisa.

-Serias muy buena en ella, no te he visto tan apasionada en otras áreas como en esta.

Le digo mirándola con una sonrisa y ella me mira y asiente orgullosa.

Mi teléfono empieza a sonar y veo que es Tayler, me pongo seria de inmediato y siento como mi corazón se dispara como un loco en mi pecho.

-¿Estas bien?

Es lo primero que sale de mis labios al contestar y empiezo a caminar a su habitación rápidamente.

-Sí..es solo que tenemos que hablar.

-Dime.

-Te veo mejor acá, no es nada grave para que no te mates por los pasillos de este hospital.

-Tayler...

Cuelga, mi mejor amigo me colgó el bendito teléfono, niego con la cabeza y corro hacia la habitación sin siquiera importarme que me haya dicho que no era nada grave.

Lo conozco a la perfección para saber que me mentiría y diría que no es nada grave, que todo va bien cuando no es así.

Abro la puerta y me acerco a él con la respiración a todo lo que da.

-¿Te sientes bien?, ¿qué pasa?, ¿llamo a un doctor?...

-Izi...

Lo inspecciono intentando ver que va mal, si está bien, si hay alguna herida que este sangrando o algún signo es su rostro de que esté sufriendo, lo que sea.

-¡Dime!

-¡Izi!

Me toma de la mano y yo inhalo con fuerza intentando regresar mi respiración a un estado normal.

-Estoy bien.

Asiento y respiro profundo otra vez.

-¿Entonces porque demonios me marcaste?

Escucho la puerta del baño harbarse y yo frunzo el ceño.

Él ve a mi espalda, me volteo para ver que está mirando y mi corazón se detiene en mi pecho.

-Hola Izi.

Me levanto lentamente y camino hacia la mujer que esta parada en medio de la habitación, me mira con cariño y una enorme sonrisa en su rostro.

-Señora...

La abrazo con fuerza y ella me devuelve el abrazo con mucha más fuerza.

La mamá de Tayler.

Mis ojos se llenan de lágrimas al sentir su abrazo, ha pasado tanto tiempo, ella a sido la madre que siempre quise tener.

Me separo de ella y las dos nos secamos las lágrimas con nuestras manos y reiremos por eso.

Me giro hacia Tayler y lo miro acusadoramente.

-Me lo hubieras dicho por teléfono.

Él se encoge de hombros y nos mira con una enorme sonrisa.

Derramaré TintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora