Capítulo trece

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Fueron segundos de pánico. El pequeño niño, que no superaba los diez años de edad, disparó la escopeta sin siquiera dudarlo.

La primera reacción de Natalie fue la de lanzarse al suelo, se cubrió los oídos por el estruendo del disparo y cerró los ojos con fuerza. Su cuerpo se estremeció por completo, y sin darse cuenta, ya estaba temblando.

Anteriormente había escuchado el grito del señor Harry, pero no sabía si la bala lo había alcanzado. Ni siquiera se atrevía a abrir los ojos para ver lo que acontecía a su alrededor.

—¡Dame mi brazo! ¡Quiero mi brazo de vuelta!

—¡Que sueltes eso de una maldita vez! ¡¿No ves que pudiste matar a tu hermana?!

Desconcertada, abrió los ojos lentamente. Levantó la cabeza y lo primero que vislumbró es a Harry, quien se encontraba de pie y parecía estar intacto.

Vio a su hermano. El niño estaba bien físicamente, pero la desesperación era visible en sus ojos rojos e hinchados hasta más no poder.

—Lucas, hermanito. Basta de esto. Confía en mí ¿O acaso no confías en tu propia hermana, eh? —le dijo ella con la voz temblorosa. Se puso de pie por un instante, sus piernas le temblaron de una forma horrible y perdió el equilibrio.

Harry la agarró del brazo y la ayudó a ponerse de pie.

—Me destrozó la vida —soltó el niño. Sostenía el arma pero apuntaba hacia el suelo.

—No es verdad.

—¡Que sí lo es! Ya no tengo mi brazo ¿Cómo se supone que viva así?

—Lucas. El hecho de que ya no tengas uno de tus brazos no significa que ya no puedas vivir. Si, es cierto. Las cosas no serán como antes, será muy, pero muy difícil —Natalie aguantó sus ganas de llorar y prosiguió —. La vida nos rompe a todos, hermanito. Nos llegan obstáculos, y debemos ser fuertes para atravesarlos. Éste es uno de ellos.

—Pero... no fue la vida la que me puso este obstáculo, Naty. ¡Fue ese señor! —Lucas señaló a Harry con el dedo índice. Mantenía el ceño fruncido.

—Pero lo hizo por tu bien —Natalie no pudo más. Se arrodilló y se echó a llorar —. Si no te hubiera cortado el brazo... ¡Habrías muerto! ¡¿Qué haría yo sin ti?! ¡Te amo tanto que no puedo vivir sin ti!

Lucas la miró sorprendido, las lágrimas le recorrieron las mejillas. Ambos se miraron entre sí.

Lucas soltó la escopeta y se tiró al suelo envuelto en un llanto de desesperación y arrepentimiento. Natalie corrió hacia él y lo abrazó con fuerza.

—Me quedaré siempre a tu lado. Yo estaré ahí siempre que me necesites —le prometió Natalie y se limpió las lágrimas. La mano de Harry se apoyó en su hombro.

—Lamento interrumpirlos —les dijo. Natalie lo observó y ambos se dedicaron una sonrisa. Harry se agachó y agarró el arma que Lucas había soltado momentos atrás —. No es seguro seguir aquí. Debemos irnos.

Natalie se limpió las lágrimas, se puso de pie y acarició la cabeza de su hermano. El niño le dedicó una sonrisa.

—Lucas, discúlpate con el señor Harry.

El niño agachó la mirada apenado.

—No hay problema. En cuanto te sientas preparado podrás disculparte, y yo estaré siempre dispuesto a perdonarte —le dijo Harry con tranquilidad.

El hombre y los dos menores emprendieron nuevamente el camino. Debían darse prisa si no querían toparse con otras de esas criaturas...


Estado de Emergencia [Saga Descontrol #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora