Capítulo treinta y cuatro

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Se estacionaron a las afueras de una fábrica abandonada.

Jefferson y Rick fueron los primeros en bajarse, y a continuación le siguieron Alex y sus dos hijos. Harry fue el último en dejar la camioneta, y al hacerlo, observó la zona con desconcierto.

—¿Qué es este lugar?

—Solo síganme —les pidió Jefferson.

Se adentraron en el lugar, que por obvias razones se encontraba desolado y en mal estado. Las únicas ventanas que no se encontraban cubiertas de tablones de madera proporcionaban la luz suficiente para orientarse en el espacio. Fue así como Jefferson abrió una puerta metálica y dejó a la vista unas escaleras en espiral que se dirigían hacia abajo.

Alex sostuvo a sus niños, y en compañía del resto bajaron por aquellas escalas.

—¿A dónde vamos, papi? —quiso saber Lucas.

—Vamos a ver a mamá.

Tanto Lucas como Natalie se emocionaron.

Llegaron hasta el final, abrieron otra puerta, y el espacio cambió por completo. Al otro lado se formaba un ancho pasillo embaldosado, con lámparas blancas iluminando todo el espacio. Era como si estuviesen en el interior de un hospital, solo que no lo era.

Algunas personas circulaban por ese espacio, pero por alguna razón parecían apuradas.

—¿Qué está pasando? —le preguntó Alex a Jefferson, pero este solo alzó los hombros indicando que no tenía ni la más mínima idea.

Anduvieron por el pasillo, y al mismo tiempo, Jefferson decidió contarles lo que sabía:

—Esto de las criaturas es un asunto complejo. Años atrás habían encontrado una sustancia, algo así como un virus. Empezaron a estudiarla y analizar sus efectos al hacer contacto con organismos vivos y descubrieron que generaba una serie de mutaciones extrañas. Modificaron la sustancia y la estabilizaron, luego crearon una organización que se llama MABS y que es parte del gobierno o algo así. Transformaron especies convirtiéndolas en monstruos. Así que las criaturas son animales mutantes.

Una señora se internó en la conversación. Los venía siguiendo desde atrás.

—Esas criaturas escaparon del laboratorio y causaron todo este caos —añadió ella. Se trataba de una mujer que aparentaba tener cuarenta, era alta y delgada. Su cabello rojizo estaba atado en una coleta y también poseía lentes. Ella los guió hacia un elevador de carga, se introdujeron, y luego de que ella insertara claves y su huella dactilar, comenzaron a bajar —. El gobierno no las está matando para proteger a la población, sino que las están capturando a toda costa. Yo y el señor Wegner trabajábamos en MABS desde que inició el proyecto, fuimos supervisores del experimento, pero al descubrir los macabros planes del gobierno decidimos fingir nuestras muertes para dar inicio a la organización rebelde, así nos hacemos llamar.

—¿Qué planean hacer? —preguntó Harry con el ceño fruncido.

—Todos los científicos, y personas de este lugar están involucradas de alguna u otra manera con el experimento. Pretendían matarnos a todos para no poner en peligro la confidencialidad, pero nos las ingeniamos y fingimos nuestras muertes. Trabajamos para delatar al gobierno y poner fin a este descontrol. Para ello debemos enviar pruebas contundentes de que crearon armas biológicas.

—Pero fallamos —añadió Jefferson agachando la mirada —. El gobierno destruyó todas las pruebas que necesitábamos. Estamos en desventaja.

—Aún no nos podemos dar por vencidos —le aclaró Julia Jones, y al mismo tiempo, las puertas del elevador se abrieron.

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⏰ Última actualización: Dec 25, 2023 ⏰

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Estado de Emergencia [Saga Descontrol #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora