.Ilaria.
Después de tres días en su viaje de regreso ahora se encontraban entrando por la puerta principal de su palacio. Los guardias del rey los recibían mientras ella iba cabalgando junto a Zadckiel liderando al grupo que los acompañaba a ellos. Había decidido cabalgar ese último día de viaje, los dos anteriores si prefirió ir en el carruaje junto a la caja que envió la reina del este.
Cuando ya se acercaban al pie de las grandes escaleras principales logró distinguir la silueta de su tío bajando de ellas para darles la bienvenida.
Llegaron al final, ahí Zadckiel bajó de Tornado, al que llevaron directamente hacia su caballeriza en los establos. Llegó a un lado del caballo de Ilaria para bajarla. Como ya había hecho antes, o en realidad siempre que están rodeados por los guardias, tomó su cintura con cuidado mientras ella colocaba sus manos en los hombros de él para bajar del caballo. Ya en el suelo ambos fueron hacia donde el rey los esperaba.
—¡Bienvenidos!—los recibió el rey con los brazos extendidos.
Ella llegó junto a Zadckiel frente al rey para hacer su reverencia antes de recibir un abrazo por parte de su tío.
—¿Hubo problemas en el viaje?—preguntó Evander separandose de Ilaria para poner una mano sobre el hombro de Zadckiel y guiarlos dentro del palacio.
—Fue un viaje tranquilo, su majestad—respondió él—Afortunadamente no hubo problemas.
—Es bueno escuchar eso—dijo antes de dirigirse hacia Ilaria—¿Que te pareció el pueblo de Tetris?
Ella no tardó en sonreír al recordar su visita mientras caminaban por el gran pasillo que llegaba a la sala del trono.
—Aunque no conocí mucho, es un pueblo maravilloso, es muy pintoresco y su gente es de verdad agradable—respondió ella—La verdad, me encantó ese lugar.
—Sabia que lo haría.
Los tres llegaron a la sala del trono. Evander se sentó en su gran trono de piedra donde tenía una vista perfecta de todo el salón vacío frente a él. Ese salón solo era utilizado por el rey en las reuniones con el pueblo, la armada, visitantes, fiesta o para tener reuniones privadas con su familia, que se resumía solo a, Ilaria y el joven Zadckiel.
Ella y él quedaron de pie frente al rey sentado en su trono, ahora se encontraban solos, sin mencionar a los dos guardias custodiando la puerta de entrada. Pero se encontraban alejados.
—¿Recogiste el presente de la reina?—le preguntó Evan a Zadckiel.
Este se encontraba junto a Ilaria con una mano en la funda de su espada y la otra a sus espaldas.
—Lo hice, me reuní con el mensajero y me entregó una extraña caja de madera, ahora la deben estar bajando del carruaje—respondió.
—¿Caja de madera?—preguntó Evan.
Ilaria fue quien respondió mientras se quitaba la capa que cubría su vestido verde oscuro.
—Asi es, la observé cuando veníamos en el carruaje. Tiene unos gravados en Narvesh, no entendí mucho, solo algo sobre...fuerza y conocimiento, eso creo—respondió.
No conocía mucho sobre la lengua del bosque, pero fortunadamente y para su suerte Zadckiel conocía un poco más sobre dicha lengua.
—Solo uno lo logrará, la fuerza es importante, pero el conocimiento lo es más—dijo—Es lo que está grabado en la parte superior.
La confusión en Ilaria era igual que la que había en el rey.
—¿A qué se refiere con eso?—preguntó Evan.
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LA ESPOSA DEL REY {Los Cuatro Reinos #1}
FantasyNi ser llamado valiente justifica las heridas, ni vivir como un cobarde garantiza paz. Las cicatrices que verdaderamente importan no están en la carne, sino en el alma, donde el dolor es silencioso pero insoportable, y cada latido es un recordatori...