Capitulo 20

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.Hizzan.

La vista la tenía perdida en la ventana de su salón del trono. Él y el rey observaban los carruajes, guardias e invitados que ingresaban ahora por las puertas de su palacio directo al patio principal. La fiesta de su compromiso con la princesa de Armar no había tardado mucho. Las invitaciones fueron enviadas solo un par de días luego que de la princesa dejara su hogar.

Dattmon se mantenía en silencio mientras observaban con detenimiento a los hombres que llegaban a caballo y los carruajes con las familias más nobles de los cuatro reinos. Su mirada se mantenía en un solo punto hasta que vieron llegar a los guardias de la armada real de Armar, cargando dos estandartes sus banderas de dos puntas con los colores de su reino. Eran de un tono verde con bordes dorados.

Ambos se encontraban en silencio hasta que el rey lo rompió.

—Debo admitir que tuviste una buena idea—opinó mientras se alejaba de la ventana para caminar por el salón adornado—Unir el linaje de los Alarick y los Edevanne no solo nos da una gran ventaja sobre Armar, sino que romperá el ego de sus gobernantes.

El principe sonrió complasido ante sus palabras.

—Aún me sorprende que aceptaras tan rápido esa propuesta—murmuró colocandose junto al rey—Pero más me sorprendió que ella la aceptara.

—Pobre niña, tan bella, y tan ingenua; o eso dice ser—dijo el rey en tono de burla antes de quedar frente a frente al principe y llevar su mano firme a su hombro—No quiero que te confíes, Hizzan; recuerda quien eres, y también quién es ella.

Un cosquilleo recorrió su interior. Notó que la expresión de Dattmon había cambiado de un momento a otro. Y no era la primera vez que pasaba, siempre solía hacerlo al hablar de un tema parecido. Siempre solía repetir la frase "Nunca subestimes a una Edevanne".

Aunque ya estaba harto de eso, no quería más engaños. Él ya sabía todo lo que necesitaba.

—Lo sé perfectamente, padre—le dijo luego de unos segundos—Y ella también sabrá quienes somos nosotros, no le quedará de otra más que acostumbrarse.

El rey parecía más calmado cuando apartó la mano de su hombro.

—Tampoco seas tan duro con ella, recuerda que es nuestra invitada, y además será tu esposa—le indicó con algo de malicia en su voz.

—No se me olvida, tenlo por seguro—dijo a lo que no recibió respuesta, pero una duda llegó a él—¿Crees que su tío venga?

Casi pudo anotar una sonrisa arrogante en el rostro del rey.

—Por supuesto, Evander jamás perdería una oportunidad para estar cerca de su sobrina—respondió el rey.

—¿Crees que venga el chico Dattger?

—¿Su perro faldero?—repondió con ironía—Nunca se despega de él, y tengo dudas de que lo haga. Es muy... leal. No le conviene hacerlo

—Tengo tanto que discutir con ese chico.

—No te rebajes, hijo, no es nadie importante por ahora. Es simplemente el segundon de Evander, al que por algún motivo le dieron el mando de su armada.

LA ESPOSA DEL REY {Los Cuatro Reinos #1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora