.Ilaria.
Un día después del reclutamiento, mientras ella estaba el balcón del palacio, aquel que tenía una gran vista en dirección al campo de entrenamiento de los soldados, logró ver a muchos de los hombres que vio el día anterior. Unos estaban entrenando en el campo, otros combatían con espadas sin filo para practicar, y otros escuchaban las indicaciones que Zadckiel y Pearcy les daban.
Los dieciocho hombres ya tomaban su lugar en la armada del rey Evander díganmente. Y por lo que vío, le pareció que los hombres eran los más capacitados para entrar después de su prueba. Una prueba que sería llevada a cada rincón del reino, en busca de los más valientes y decididos soldados que desearan unirse a la armada.
Después de ver a Zadckiel caminar en dirección al interior del palacio, ella hizo lo mismo, se giró en presencia de los pedregosos pasillos decidida en ir a la recamara del rey a saludar a su tío. Ya estaba en el último piso, solo tenía que cruzar un par de pasillos.
Llegó a la puerta del rey y golpeó dos veces.
-Adelante-oyó decir a su tío.
Entró a la habitación donde su tío se encontraba sentado sobre un gran cojín en el suelo frente a una pequeña meses llena de comida que estaba siendo servida por una joven sirvienta. Él se encontraba leyendo unos papeles.
Ella llegó frente a él y se reverenció igual que siempre.
-Su majestad, venia a ver cómo estaba-dijo amablemente ya que la sirvienta aún no se iba.
El rey le sonrió abiertamente dejando los papeles que tenía sobre su regazo.
-Ilaria, querida, toma asiento, sirvete lo que quieras-le señaló un cojín frente a él a un lado de la mesa.
La sirvienta que aún estaba junto a ellos acomodó el cojín antes de reverenciarse ante ella, tímida y cabizbaja, con un nerviosismo palpable. Algo que llamó la atención de la princesa, quien decidió ignorarlo y se sentó después de un rato.
-Estoy bien, gracias, tio-le sonrió al hombre que volvía a revisar los papeles de antes. Pero cuando ella pasó su mirada por la recamara del rey, notó algo junto a la cama de su tío-¿Que hace el arco aquí?
El arco enviado por la reina de Tetris se encontraba sobre un soporte junto a la cama del rey, estaba perfectamente armado. Finamente armado, con los rayos del sol golpeando sobre su madera reluciente.
El rey Evander le dedicó una sonrisa sin verla a los ojos, los tenía perdidos en los papeles que revisaba.
-Esperaba que preguntaras-e respondió, ella pensó que no tendria una respuesta inmediata pero la tuvo más rapidez lo que creyó-Es tuyo.
Eso la sorprendio.
-¿Cómo? ¿A qué se refiere?
-La carta de la reina Atrís decía que el arco sería obsequiado a la persona que lograra ensamblarlo correctamente-le sonrió su tío-Fuiste la primera en hacerlo, así que es tuyo.
La sonrisa en Ilaria fue inmediata, feliz, sorprendida, anonadada, y sin palabras.
-No sé que decir-dijo feliz, ese arco le habia encantado-Se lo agradezco, su majestad.
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LA ESPOSA DEL REY {Los Cuatro Reinos #1}
FantasyNi ser llamado valiente justifica las heridas, ni vivir como un cobarde garantiza paz. Las cicatrices que verdaderamente importan no están en la carne, sino en el alma, donde el dolor es silencioso pero insoportable, y cada latido es un recordatori...