Capitulo 6

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.Ilaria.

Gracias a los Dioses el vestido que eligió no era del todo desagradable para ella; un sutil vestido color blanco. La corona que escogió fue la más pequeña que tenia en su joyero. Todo su atuendo iba acompañado de un colar de perlas que fue obsequio de su tío.

Se encontraba sentada, al igual que Zadckiel, en un pequeño anexo de piedra que tenía el trono de su tío. Sus lugares siempre a un lado del rey. No era de lo más cómodo, pero ya se había acostumbrado.

El rey sentado en el trono a un lado de ella cómo siempre que se presentaba ante el pueblo. Iba vestido con las mejores ropas, las mismas que combinaba con la corona de doce puntas que llevaba en su cabeza. A su derecha se encontraba Zadckiel, quien no se despojaba de sus ropas de cuero negro, su espada y su mirada fría ante todos.

Aunque su mirada era igual que la de todos en esa sala.

Cerca de veinticinco hombres adultos y jóvenes se encontraban con una expresión de confusión al igual que el rey, la princesa y el joven. Todos se encontraban observando lo que los guardias acababan de sacar de aquella caja que había venido desde el reino de Tetris.

Era extraño.

Un arco.

Un arco de guerra era lo que guardaba la caja. Pero al parecer un arco defectuoso. Era de madera como todos, fino y hermoso, pero el hilo que suele llevar de puta a punta solo se encontraba atado en una de ellas. Faltaba ensamblarlo por completo.

Uno de los guardias se acercó al rey para entregarle un pergamino que venía junto al arco dentro de la caja. Evander lo leyó dejando a muchos de los guardias y hombres del salón ansiosos. Incluidos Ilaria y Zadckiel. El rey volvió a entregarle el pergamino al guardia que se reverenció antes de irse para entonces dar explicaciones.

—Sé que al igual que yo, muchos de ustedes debieron pensar que este arco podría estar defectuoso, o simplemente, no estaba terminando—anunció en un tono de voz adecuado para que todos lo escucharan—Debo decir...que estábamos equivocados, este arco está en perfectas condiciones.

Hizo una pausa en la que los murmullos de los hombres confundidos comenzaron a resonar por todo el salón. Cómo vio la confusión en el rostro de todos, decidió continuar.

—Cómo saben, este es un presente enviado por la reina de Tetris, la reina Atrís, con el propósito de ayudarnos a reclutar nuevos soldados para la armada real—comenzó a explicar—Al principio no lo entendí, pero luego de leer las palabras de la reina comprendí cómo planea ayudarnos.

Se levantó de su trono siendo observado por todos, incluidos Ilaria y Zadckiel, que aún seguían confundidos. Ella más que nada.

El rey señaló el arco desde el lugar donde estaba.

—Aquella persona, con la capacidad suficiente para poder ensamblar aquel arco...será bienvenido en la armada de Armar—anunció ganándose la sonrisa de orgullo y satisfacción de muchos de los hombres frente a él.

Esas palabras conmocionaron a la gran mayoría de las personas en aquel salón. Todos con las espectaticas y seguridad de la sencillez del reto. Si, parecía algo fácil, y tal vez más para ellos con la fuerza que demostraban tener.

El rey volvió a su trono y se sentó junto a Ilaria y Zadckiel antes de dar sus últimas palabras.

—Bueno, suerte a todos.

Uno por uno ella observó cómo los hombres se turnaban para ensamblar el arco, sin éxito. Uno por uno los músculos de los grandes hombres se tensaban y contraían mientras trataban de halar con todas sus fuerzas el pequeño hilo que no lograba llegar a menos de un palmo de distancia de la otra punta. Uno por uno los veinticinco hombres se dieron por vencidos al no poder con el arco que se encontraba en el centro del salón. La duda y confusión se reflejaba completamente en los ojos de los señores.

LA ESPOSA DEL REY {Los Cuatro Reinos #1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora