Capítulo 6 ✘ Estricta regla

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“Somos vampiros y no nos
rendimos tan fácilmente”

—¿Se puede entrar? —pregunta ese rubio vampiro desde afuera de la puerta mientras espera una respuesta y se abrocha los tres primeros botones de su camisa. Ladea la cabeza, su audición solo capta un profundo silencio dentro de esa habitación — igual voy a hacerlo —agrega al no recibir respuesta y sujeta la perilla, la hace girar y abre la puerta sin antes cubrir sus ojos con una mano.

El mismo ríe y avanza un paso dentro de la habitación. Transcurren dos segundos y entreabre sus dedos y baja su mano logrando que su vista observe por toda la habitación y se detenga en un punto fijo: la cama.

—¿Tan pronto acabó la diversión? —se acerca a él —¿Cómo te fue? —obtiene su silencio — Vamos Darren, hemos sido amigos desde hace siglos, confía en mí. No te juzgaré.

Gruñe al no recibir respuesta de parte de él.

Aquel vampiro pelinegro se mantiene sentado en el filo de la cama, con la vista puesta en las puertas del balcón.

—Yo no me voy a quejar, esas vampiresas me robaron mucha sangre, estoy débil —emite Esteban y con velocidad llega a la cama hasta dejarse caer con dramátizacion— pero valió la pena —rie al recordar mientras extiende sus brazos a ambos lados. Los dos en diferentes posiciones y su vista clavada en partes opuestas — fue la mezcla perfecta, sangre y mucho placer —pasa su lengua por sus colmillos.

—Largate Esteban

Gruñe y gira la cabeza

—¿Tan mal te fue? ¿Dónde esta tú vampiresa?

Darren hace sus manos puños y sin verlo, le responde:

—Que sea la última vez, que haces ésto o de lo contrario, terminarás como ella.

Enseguida se pone de pie, avanza unos pasos y se da la vuelta.

—Vas a limpiar el desastre

Esteban enarca una ceja y rápido se incorpora en la cama. Desde su posición logra ver a esa vampiresa que yace en el suelo con mucha sangre en su cuello y un charco debajo de ella.

—¿Qué hiciste? —murmura y con velocidad aparece de pie aún lado de ella. Esteban se agacha y con una mueca la revista — no te bastó en robarle su sangre, sino que le destrozaste la garganta, no la curaste y la dejaste morir— gira a verlo con seriedad.

Darren se cruza de brazos y se encoge de hombros. Hay rastro de sangre en su camisa que se distingue ante el tono oscuro y en sus ojos es visible ese tono carmesi al igual que sus colmillos que sobresalen de su boca y a él no le importa en ocultar.

—¿Por qué lo hiciste? Pudiste disfrutarla de otra manera sin necesidad de hacer esto —Esteban se pone de pie.

Darren dura cortos segundos en responderle.

—No es ella

Esteban asiente y coloca una mano en su cintura.

—Ya entiendo, el problema es pequeña.

—No la menciones —espeta Darren entre dientes.

✘VIDA ETERNA✘ © [SVD #3]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora